La Habana (AFP) - Fidel Castro estuvo ausente hoy en el desfile militar en su honor, al que asistieron unas 300.000 personas, y en su lugar presidió la ceremonia su hermano Raúl, quien ofreció a Estados Unidos negociar una solución al conflicto de casi medio siglo.
Raúl, a quien Fidel cedió temporalmente el poder el 31 de julio, presidió la revista militar en la Plaza de la Revolución, corazón político de la isla comunista, junto a la primera plana del Partido Comunista de Cuba (PCC).
"En nombre del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y en el mío propio, los saludo", dijo a las tropas Raúl, acompañado de los tres Comandantes de la Revolución, Juan Almeida, Ramiro Valdés y Guillermo García.
Raúl, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), no comunicó mensaje alguno de su hermano, ni aludió a las razones de la ausencia de Fidel, quien convalece de una cirugía intestinal a la que fue sometido el 27 de julio.
Entre tanques y cañones exhibidos en la Plaza, Raúl dirigió un discurso de media hora marcado por críticas a Estados Unidos, pero abriendo la posibilidad de restablecer relaciones.
"Sirva la oportunidad para nuevamente declarar nuestra disposición de resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo entre Estados Unidos y Cuba", manifestó Raúl en la imponente revista militar.
"Claro está, siempre que acepten nuestra condición de país que no tolera sombras a su independencia y sobre la base de los principios de igualdad, reciprocidad, no injerencia y respeto mutuo", subrayó.
Cuba mostró en la Plaza de la Revolución, su capacidad de "modernizar" y reparar una maquinaria de guerra que, según el gobierno, está lista por si Estados Unidos, aprovechando la crisis de salud de Castro, intenta una agresión.
Aviones de combate Mig y helicópteros MI-17, tanques, piezas autopropulsadas de artillería terrestre y de defensa antiaérea, carros blindados para el transporte de las tropas y otros equipos soviéticos modernizados se exhibieron en el desfile, que duró dos horas y concluyó con: "Viva Fidel, viva Raúl, viva la Revolución".
Un total de 200 jinetes de una caballería histórica, una representación del Ejército Rebelde, Infantería, miembros de todos los cuerpos de las FAR, Ministerio del Interior (MININT), estudiantes de las escuelas militares, y milicianos participaron en la revista.
Grupos de jóvenes remolcaron una réplica del Granma, el yate en el que Castro y otros 81 hombres llegaron el 2 de diciembre de 1956 a las costas del sureste de Cuba, para combatir desde la Sierra Maestra al dictador Fulgencio Batista hasta derrocarlo el 1 de enero de 1959.
Agitando pañoletas azules, unos 3.000 pioneros (estudiantes) simularon en movimiento de las aguas del mar en torno a la réplica de la embarcación, hecha a escala natural.
Más de 300.000 personas, miembros de órganos de masa de distintos centros laborales, marcharon también en representación de los 11 millones de cubanos, con banderitas de Cuba y mensajes como "La revolución soy yo".
En la revista militar se constató la presencia del presidente de Bolivia, Evo Morales; de Haití, René Preval; el mandatario electo de Nicaragua, Daniel Ortega, entre otros.
Fidel Castro, de 80 años, no ha aparecido públicamente desde el 26 de julio, hace 129 días, debido a que fue sometido a una delicada cirugía que lo forzó a delegar el poder por primera vez en 48 años, y a una prolongada convalecencia.
En estos cuatro meses el gobernante sólo había tenido encuentros privados sobre todo con amigos cercanos, y aparecido en fotos y cinco videos, el más reciente el 28 de octubre para desmentir rumores de gravedad e incluso de muerte.
Castro había postergado el festejo de su 80 cumpleaños para este 2 de diciembre, lo que generó una enorme expectativa de volver a verlo en esta fecha.
"El está enfermo, se tiene que recuperar", dijo a la AFP Angelina González, en una calle de La Habana Vieja. " El siempre ha cumplido, si no vino es porque los médicos no lo han dejado. El no puede abusar", añadió.
El desfile militar cerró una semana de homenajes sin precedentes para festejar el aniversario de Castro, que debió haberse efectuado el 13 de agosto, día en que nació.
Al homenaje asistieron unas 1.500 personalidades de 80 países, entre intelectuales, actores, músicos; así como el Premio Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Márquez, su entrañable amigo.
Pero Fidel Castro estuvo ausente en todo el tributo, lo que acrecentó las dudas sobre su real estado de salud y si estará en capacidad de retornar al poder o la isla transita hacia una nueva era sin el líder de la revolución.
"En Cuba no habrá sucesión, habrá continuidad. No sería posible otro Fidel, nadie lo imitará", dijo el vicepresidente Carlos Lage, al clausurar el homenaje organizado por la Fundación Guayasamín.
La última vez que los cubanos vieron en público al gobernante en la más importante fecha patria de la isla, el 26 de julio, dio dos discursos en Bayamo y Holguín, y un día después entró al quirófano con una hemorragia intestinal.