Nusa Dua, Indonesia - A menos de un día de la clausura de la conferencia sobre el clima de Bali (Indonesia), su organizador se declaró hoy "muy preocupado" por el estado de la negociación que, según fuentes ecologistas, está amenazada por la "dinámica destructiva" de Estados Unidos.
"Estoy muy preocupado por el ritmo de las negociaciones", afirmó Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que organiza el encuentro. "A mediodía mañana, habremos agotado el tiempo", advirtió.
De Boer mencionó varias cuestiones espinosas e interrelacionadas que dificultan la resolución de un acuerdo. Dado que las cuestiones se entrelazan, "estamos en una situación de todo o nada y si no logramos acabar el trabajo a tiempo, el castillo de naipes se desmorona", afirmó.
Los ministros de Medio Ambiente o sus representantes de más de 180 países de todo el mundo, reunidos en Bali desde el miércoles pasado, tienen plazo hasta mañana para hilvanar "una hoja de ruta" de futuras negociaciones climáticas. Estas deberían desembocar en un nuevo acuerdo internacional para acentuar la lucha contra el cambio climático a partir de 2012, fecha en que expira la primera fase del Protocolo de Kioto. Según De Boer, uno de los principales escollos con que chocan los negociadores es el desacuerdo sobre el alcance de las futuras negociaciones.
La Unión Europea propone que los países industrializados reduzcan sus emisiones entre 25 y 40%, pero Estados Unidos y otros países desarrollados se oponen a que la declaración final de Bali incluya la más mínima referencia a esta cifra. Según varias organizaciones ecologistas presentes en Bali, es precisamente la "dinámica destructiva" de Estados Unidos la que obstaculiza la negociación. Estados Unidos intenta arrastrar a otros países industrializados "en un tobogán resbaladizo" preparado por la administración del presidente George W. Bush, declaró Hans Verolme, responsable climático del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Los países desarrollados deben decidir si quieren "asociarse con una administración coja", afirmó durante un acto conjunto con Greenpeace. "Durante las próximas 36 horas viviremos el momento de la verdad", consideró Verolme. "No queda otra posibilidad que coronar Bali con un éxito", agregó.
Reafirmando su posición, la Unión Europea amenazó a los norteamericanos con boicotear una cumbre de los principales emisores de gases de efecto invernadero, organizada por Estados Unidos en enero, si Washington no se compromete en Bali con objetivos claros. "Sin objetivos claros, no habrá reunión de los principales emisores en enero", declaró a los periodistas el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel.
De Boer afirmó que el límite para llegar a un acuerdo en Bali es el mediodía de mañana, para dejar el tiempo necesario de traducir y distribuir el texto según los procedimientos de Naciones Unidas antes de la clausura oficial de la conferencia. En este contexto, llegó hoy a Bali el recientemente galardonado Premio Nobel de la Paz 2007 y ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore. Gore, que el lunes en Oslo compartió el Premio Nobel con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, debía hacer una intervención y reunirse con algunos de los actores clave en la negociación. Se espera que la participación de Gore, que se convirtió en un ferviente activista ecológico tras su controvertida derrota en las presidenciales estadounidenses de 2000 frente a George W. Bush, logre desbloquear las negociaciones.