Dos miembros de la organización separatista vasca armada ETA fueron condenados a 290 años de cárcel cada uno por un atentado perpetrado en el 2000 contra un cuartel de la guardia civil en San Sebastián, que dejó un saldo de 16 heridos, indicó el sábado la prensa española.
Luis María Carrasco Aseguinolaza e Ibon Echezarreta Echaniz fueron condenados por tentativa de asesinato terrorista de nueve guardias civiles y siete policías por la cuarta sección de la Audiencia Nacional, la máxima instancia penal española, competente en materia de terrorismo.
En la práctica, no obstante, la pena de reclusión está limitada a 40 años en España. Los dos etarras fueron condenados por haber lanzado varias granadas el 11 de noviembre de 2000 contra el cuartel de Intxaurrondo, sede de la guardia civil en el País Vasco español, y luego por haber dejado en el lugar un lanzagranada con bomba. Este aparato, que había sido utilizado para lanzar las granadas, explotó cuando los expertos en desminado se le acercaron, dejando cuatro heridos graves entre las fuerzas de seguridad.
La acción fue considerada "agresiva" por la Audiencia Nacional, que retuvo contra los acusados la acusación más grave de "tentativa de asesinato" de 16 personas, y no "tentativa de homicidio".