Más de 75 personas murieron y varias decenas siguen desaparecidas este lunes durante inundaciones y corrimientos de barro en Indonesia y en Timor Oriental. Las crecidas repentinas provocadas por lluvias torrenciales sembraron el caos en ambos territorios en las últimas horas.
Empujaron a miles de personas a centros de acogida y hasta resultaron en desbordes de depósitos de agua e aluviones sobre miles de casas. "Contabilizamos 55 muertos y hay 42 personas desaparecidas", declaró Raditya Djati, portavoz de la agencia indonesia de gestión de catástrofes.
Específicamente en el este de la isla indonesia de Flores, muchas casas, carreteras y puentes estaban cubiertos de barro, lo que complicaba la tarea de los socorristas que intentaban llegar a las zonas más afectadas. Mientras, 21 personas murieron en Timor Oriental. La mayoría de ellas en Dili, la capital.
"El lodo y las condiciones meteorológicas constituyen un gran desafío, al igual que los escombros que se acumulan y dificultan la búsqueda", resaltó Djati. Habitantes muy asustados corrieron tratando de resguardarse en diversos establecimientos mientras que otros se quedaron cerca de lo que quedaba de sus casas.
"Los evacuados se han dispersado por todas partes, hay cientos de ellos en todos los distritos, pero muchas personas también se quedaron en casa", explica Alfons Hada Bethan, jefe de la agencia de gestión de catástrofes de Flores oriental. "Necesitan medicamentos, comida, mantas", detalló a continuación.
En Lembata, una isla situada a medio camino entre Flores y Timor, el acceso por carretera quedó cortado, lo que obligó a las autoridades a desplegar maquinaria para reabrir las vías. Parte de algunas aldeas de las alturas fueron arrastradas hacia la costa mediante deslizamientos de tierra.
Los deslizamientos y las crecidas repentinas son frecuentes en el archipiélago de Indonesia, sobre todo en la temporada de lluvias. Los defensores del medio ambiente afirman que la deforestación favorece estas catástrofes. En enero, 40 indonesios murieron en las inundaciones en la ciudad de Sumedang, en Java Occidental.
La agencia nacional de gestión de catástrofes estima que 125 millones de indonesios, o sea alrededor de la mitad de la población del archipiélago, viven en regiones con riesgo de deslaves.
JFG / DS