El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunció este viernes en Miami el carácter "brutal" del régimen castrista en Cuba, en un discurso en el que además, criticó el acuerdo firmado por su antecesor, Barack Obama, al sostener que "no ayuda a los cubanos y enriquece al régimen".
"Ahora que soy presidente, Estados Unidos denunciaré los crímenes del régimen de Castro", precisó el mandatario además de denunciar los sufrimientos de los cubanos "durante cerca de seis décadas". "Sabemos lo que pasa y recordamos lo que pasó", agregó.
En ese contexto aseguró, al anunciar modificaciones en la política de Washington hacia Cuba, ante miembros de la comunidad cubana en Miami: "Es mejor para Estados Unidos tener libertad en nuestra región, tanto en Cuba como en Venezuela".
El magnate abogó además "por un futuro donde la gente de cada país pueda vivir sus sueños".
"El régimen de (Raúl) Castro ha enviado armas a Corea del Norte e incentivó el caos en Venezuela", añadió, refiriéndose a las protestas contra el gobierno de Caracas que desde el 1 de abril han dejado 72 muertos. También pidió al régimen cubano que libere "a los presos políticos" y prometió "un mejor acuerdo" para los habitantes de la isla y para Estados Unidos.
Disidentes y activistas como Rosa María Payá y José "Antúnez" García Pérez, así como los veteranos de la invasión de la Bahía de Cochinos, llenaron el pequeño teatro Artime en la Pequeña Habana, con capacidad para 800 personas para escuchar al presidente norteamericano, según consignó la agencia internacional AFP.
Un funcionario de la Casa Blanca había adelantado hoy que el mandatario estadounidense anunciaría la prohibición de cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.
La misma fuente agregó que el Gobierno de Trump "espera que el régimen cubano vea a esto como una oportunidad para implementar reformas que alabaron hace un par de años, pero que de ninguna forma se han puesto en práctica para beneficio del pueblo cubano".
Si bien los sentimientos hacia el magnate pueden ser encontrados en un comunidad tradicionalmente conservadora, el apoyo a esta medida es monolítico. Ramón Saúl Sánchez, líder del moderado Movimiento Democracia que aboga por el levantamiento del embargo, manifestó que está "de acuerdo con este punto, porque desgraciadamente la economía cubana está tomada por los militares, que son una mafia".
"Estas empresas (extranjeras) hay que forzarlas a que permitan que el ciudadano tenga acceso a la actividad económica del país, y por eso es importante un instrumento para cambiar eso", añadió.
Uno de los mayores legados políticos del anterior presidente, Barack Obama, fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana en 2015, tras medio siglo de ruptura y desconfianza. Desde entonces, Washington abrió de a poco un incipiente flujo de intercambio comercial y permitió que los estadounidenses viajaran a Cuba, siempre que fuera dentro de 12 categorías (como el "intercambio cultural", por ejemplo) que no incluyen el turismo.
De acuerdo con el funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo condición de anonimato, la nueva política de Washington no pretende modificar aspectos fundamentales de la fase iniciada en 2014. Sin embargo, se propone alejarse de medidas adoptadas por el gobierno de Obama "que enriquecen a personas de las Fuerzas Armadas y a los servicios de seguridad que juegan un papel central en la represión" en Cuba, señaló.
Trump triunfó en las elecciones en gran parte gracias al voto de los floridanos, y en particular al apoyo de los cubanoamericanos. Se ganó su favor cuando, antes de las elecciones, visitó Miami y prometió dar marcha atrás a las medidas implementadas por Obama, quien según el exilio cubano no fue suficientemente duro al exigir respeto a Cuba un mayor respeto a los derechos humanos como condición a la apertura comercial.
Modesto Castaner, un excombatiente de la Bahía de Cochinos presente en el teatro, precisó que está satisfecho de ver que "Trump cumple su promesa". "Lo que hizo Obama fue prácticamente todo en beneficio de los Castro, ¿pero a cambio de qué? Trump prometió hacer cambios para buscar que Cuba respalde los derechos humanos", explicó el veterano de 75 años.
Además, Washington endurecerá las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba. Más de un cuarto de millón de estadounidenses visitó la isla en los primeros cinco meses de 2017, lo que representó un crecimiento de 145% frente a igual período de 2016.
Empresas aéreas y de cruceros hacia Cuba hicieron millonarias inversiones en los últimos dos años para prepararse al nuevo escenario bilateral, y aún resta por ver el impacto que las nuevas medidas tendrán en estos sectores. Ante una decisión negativa, el sector hotelero mostró su preocupación.
El lento proceso de aproximación entre Estados Unidos y La Habana ha tenido desde el primer día el apoyo entusiasta de otros sectores empresariales además del turismo, en especial los ligados a la agricultura y las telecomunicaciones. La política estadounidense hacia Cuba utilizada durante medio siglo había impedido a empresas locales actuar en la isla, y ello permitió que numerosas firmas europeas lograsen contratos ventajosos.