La fuerza aérea británica elaboró planes para bombardear tres aeródromos del sur del territorio continental de Argentina durante la Guerra de las Malvinas, según revelaron documentos nunca antes publicados.
Los planes se crearon el 24 de mayo de 1982, cuando la Royal Air Force (RAF) ya había liderado misiones de bombardeo en partes de las Islas Malvinas como parte de la "Operación Black Buck", uno de los bombardeos más largos de la historia.
Encontrados en los National Achieves y publicados por la revista Aviation Historian, los documentos oficiales contemplaban utilizar un único avión bombardero Avro 698 Vulcan que partiera desde la isla Ascensión, en el medio del Océano Atlántico.
El avión debía bombardear tres bases argentinas: la Base Aérea de San Julián (provincia de Santa Cruz), la Base Aérea de Río Gallegos (provincia de Santa Cruz) y la Base Aeronaval de Río Grande (provincia de Tierra del Fuego).
La ruta del bombardero británico incluía cuatro escalas para recarga de combustible antes de alcanzar espacio aéreo argentino y un plan de retorno con la posibilidad de hacer una parada en la ciudad chilena de Concepción, más de 500 kilómetros al sur de Santiago.
El documento indica que el plan preveía utilizar entre 11 y 13 aviones Handley Page Victor para aprovisionar de combustible al Vulcan durante el vuelo, ante la imposibilidad de reabastecerse en aeropuertos de Brasil, Paraguay y Uruguay, que apoyaron a Argentina.
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"Estos aviones también eran necesarios para apoyar a las patrullas antisubmarinas de la Guerra Fría de Gran Bretaña en el Atlántico norte, lo que ponía límites a su disponibilidad", explicó The Telegraph.
Posteriormente, el bombardero debía regresar al Reino Unido con posibles escalas en la Isla de Pascua, Tahití, Hawai, Estados Unidos continental y Canadá, que se consideró la ruta más lógica, ya que sería menos complicado que reabastecerse de combustible con frecuencia en el aire.
Se cree que Sir Michael Havers, fiscal general en ese momento, se opuso a cualquier ataque en el territorio continental de Argentina con bombas porque podría "dañar gravemente" las relaciones diplomáticas y el apoyo internacional del Reino Unido.
"Apuntar a la parte continental de Argentina se consideró una idea controvertida durante la guerra, y el gabinete británico planteó dudas sobre si sería legal", dijo The Daily Mail. "Durante los debates parlamentarios surgieron dudas sobre las consecuencias estratégicas y diplomáticas que podrían tener los planes".
Habría sido extremadamente peligroso, requería muchos aviones y podría no haber logrado mucho. Si la operación hubiera fracasado, podría haber causado problemas políticos en el Reino Unido", dijo a The Telegraph el historiador oficial de la campaña de las Malvinas, Sir Lawrence Freedman.
Según los documentos, Londres intentó ocultar que un avión Vulcan que debió hacer un aterrizaje de emergencia en Brasil dos semanas antes de que se ideara el ataque llevaba consigo misiles antirradar suministrados por Estados Unidos.
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Según el artículo de The Aviation Historian, Reino Unido intentó presionar a Brasil para que guardara el secreto sobre la carga de los misiles y la ayuda que Washington estaba dando a Londres en medio del conflicto.
Además, si bien los ataques finalmente nunca recibieron el visto bueno del gobierno, la Junta Militar que gobernaba Argentina temía la posibilidad de ataques en el territorio continental y retuvo algunos de sus aviones de combate más capaces para defender sus bases.