El secretario de Defensa de los EE.UU., Donald Rumsfeld, ha presentado su renuncia, comenzaron a rumorear allegados al partido Demócrata antes que el propio presidente George Bush confirmara el alejamiento de quien fue el ideólogo de la guerra contra Irak (ver nota central).
La dimisión es la primera consecuencia de la victoria demócrata en las elecciones legislativas celebradas este martes en los EE.UU., en las que la oposición logró hacerse con el control de la Cámara de Representantes y podría lograr también el del Senado, a falta de los resultados en el estado de Virginia.
La victoria demócrata se ha interpretado de manera unánime como un voto de castigo al presidente Bush y a la guerra en Irak.
La dimisión es la primera consecuencia de la victoria demócrata en las elecciones legislativas celebradas este martes en los EE.UU., en las que la oposición logró hacerse con el control de la Cámara de Representantes y podría lograr también el del Senado, a falta de los resultados en el estado de Virginia.
La victoria demócrata se ha interpretado de manera unánime como un voto de castigo al presidente Bush y a la guerra en Irak.
A primeras horas de esta mañana, el portavoz del secretario de Defensa no había dado ninguna indicación de que fuera a presentar la renuncia.
En sus declaraciones, el portavoz del Pentágono había asegurado que Rumsfeld colaboraría con el Congreso en sus decisiones sobre Irak pero se mantendría centrado en la estabilización del país árabe.
Pero en una conferencia de prensa, Bush anunció la dimisión del titular de Defensa. Dijo que acordaron con Rumsfeld que el conflicto necesitaba una nueva perspectiva, que aportará Bob Gates, quien reemplazará al secretario de Defensa en su cargo.
Gates se desempeñó de 1991 a 1993 como titular de la CIA.
Según Bush, la decisión del reemplazo de Rumsfeld estaba tomada previo a las elecciones. La guerra en Irak necesita una “mirada fresca”, dijo Bush, e insistió con que Gates siempre había sido el candidato.“Ganando o perdiendo, Bob Gates era el candidato”, sostuvo el Presidente, en conferencia de prensa.
La presión de la oposición. “Si no eres criticado, es porque no debes estar haciendo mucho”, había escrito el ya ex secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, en un libro al que tituló “Rumsfeld´s Rules”.
Sabía de qué hablaba. Durante los seis años al frente del Pentágono, el estratega de la guerra en Iraq inspiró odios desde todos los sectores.
En los últimos meses, la ahora fortalecida oposición demócrata había incrementado los pedidos de dimisión de Rumsfeld. A ella se le sumaron varios ex militares, y en especial un duro editorial publicado el lunes en los cuatro diarios de las fuerzas armadas.
La carrera política. Precoz en política, colaborador del presidente Gerald Ford (1974-1977), este rico industrial fue convocado al Pentágono en enero del 2001 por George W. Bush, en ese entonces su principal objetivo era instalar un sistema de defensa antimisiles.
Rumsfeld nació en Chicago el 9 de julio de 1932. Durante sus años universitarios, formó parte del equipo de lucha, luego fue aviador de la Fuerza Aérea, y llegó a ser legislador por el estado de Illinois.
Tuvo varios cargos públicos durante las administraciones de los presidentes Nixon y Ford.