Ecuador está resuelto a declarar en los próximos cuatro días la moratoria, alegando irregularidades, del 39% de su deuda externa, por tercera vez en los últimos 14 años, lo que puede comprometer seriamente su acceso al crédito en la actual crisis mundial.
El presidente Rafael Correa envió señales claras sobre su intención "de no pagar" unos 3.800 millones de dólares en bonos Global con vencimiento en 2012, 2015 y 2030, apoyado en una auditoría dispuesta por el gobierno que halló indicios de ilegalidad e ilegitimidad en la renegociación de esos papeles.
Si bien las irregularidades -no determinadas aún por la justicia- se amplían a los créditos con otros países y organismos multilaterales, Correa apuntó sus baterías hacia la banca internacional. "Como así lo ha encomendado el presidente, estamos buscando los mecanismos para no hacer el pago de esta deuda" comercial, señaló la ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, quien habló abiertamente de la posibilidad de declarar un "default responsable".
Los bonos Global equivalen al 39% del total de la deuda pública externa ecuatoriana, que en octubre se situó en 9.937 millones de dólares equivalentes a 19% del Producto Interno Bruto (PIB), según el Banco Central. Correa prevé anunciar las medidas respecto del pasivo en los próximos días, cuando vence el plazo para desembolsar 30,6 millones de dólares de un cupón (intereses) de los títulos Global 2012, que junto con las otras denominaciones reemplazaron a los bonos Brady en el marco de una renegociación en 1999.
El gobierno debía realizar el pago el 15 de noviembre, pero se acogió a una mora técnica para conocer los resultados de la auditoría, criticada por ex presidentes y analistas por su sesgo ideológico de izquierda.
De caer en 'default', sería la tercera vez que el país suspende los pagos de sus deudas desde 1994, pero la primera que lo hace por razones distintas a la falta de liquidez, comentaron analistas de mercado a la AFP. "Eso lo saben los mercados y también los bancos venezolanos, que seguramente estarán preocupados porque vendieron seguros para la deuda ecuatoriana, conocidos como 'credits default swap', por entre 600 millones y 800 millones de dólares", dijo un responsable del tema que exigió el anonimato "para evitar problemas con el gobierno".
La probable moratoria coincidiría con un momento difícil para la economía ecuatoriana, que empezó a sentir los efectos de la recesión mundial con la caída de los ingresos petroleros -con los que se financia el 40% del presupuesto estatal- y de las remesas. Ambos rubros son claves para el esquema dolarizado que rige en Ecuador desde 2000, y el cual demanda un alto flujo de divisas, por lo que varios expertos temen que las restricciones al crédito por efecto del 'default' terminen poniendo en riesgo dicho modelo. "Los préstamos para Ecuador están bastante comprometidos. Incluso antes de que se declare la moratoria, los mercados ya reflejaron esa intención.
Los Global se negocian a un 33% de su valor de compra, es decir, que un tenedor está recibiendo entre 33 dólares por un papel que compró en 100", dijo otro experto. El gobierno intentó a lo largo de la semana ambientar el posible 'default' con visitas a Estados Unidos, Argentina, Chile y Perú, y confía en que en caso de represalias de los prestamistas privados pueda encontrar financiamiento en países amigos como Venezuela o Irán, según la ministra Viteri.
Y aun cuando asegura estar preparado para dar una "fenomenal batalla internacional" contra los acreedores, los juicios que podría enfrentar terminarían siendo más costosos que el ahorro de los 3.800 millones de dólares, según observadores locales.
Fuente: AFP