Washington - Estados Unidos afirma que China ensayó recientemente un arma para destruir satélites y le preocupan las ambiciones militares de Pekín en el espacio, donde quiere evitar la presencia de cualquier país hostil a sus intereses.
La realidad indica que hoy por hoy, los Estados Unidos tienen una verdadera supremacía en el espacio, mientras que Rusia perdió sus recursos y China empieza a mostrar sus ambiciones.
La primera potencia mundial tiene toda una serie de satélites militares y de inteligencia dedicados a observar operaciones de combate, movimientos de tropas y ensayos nucleares; pero las pruebas de China muestran a un potencial rival en el horizonte.
China está "detrás de los Estados Unidos y detrás de Rusia en su capacidad para usar el espacio con fines militares", dijo Theresa Hitchens, directora del Centro de Información de Defensa norteamericano.
“El país asiático, no obstante, tiene programas bastante serios para incrementar sus capacidades y en 20 años es muy probable que China sea una poderosa potencia en el espacio"; según Hitchens.
Washington dijo que China lanzó la semana pasada un misil para destruir un vetusto satélite meteorológico, convirtiéndose en el tercer país después de la ex-Unión Soviética y Estados Unidos capaz de derribar un objeto en el espacio.
De ser confirmado, significaría que China ahora teóricamente podría derribar satélites de inteligencia manejados por otras naciones. El viejo satélite meteorológico chino fue derribado el 11 de enero y pudo haber dejado considerables desechos, dijo un funcionario estadounidense.
La información sobre el ensayo chino fue publicada por la revista Aviation Week, donde se afirma que las agencias de espionaje de los Estados Unidos concluyeron que China efectuó una prueba exitosa de un arma capaz de destruir satélites.
El presidente George W. Bush adoptó el año pasado una nueva política espacial en la que pide una libre actuación de su país en el espacio, rechazando así cualquier tratado que prohíba armamento espacial y reservándose el derecho de detener a cualquier país que tenga intereses contrarios a los suyos.
En diciembre, el subsecretario del Departamento Estado para el control de armamentos, Robert Joseph, justificó el rechazo de Bush a la desmilitarización del espacio, argumentando que otros países podrían atacar los satélites estadounidenses. Michael Krepon, un experto en seguridad del Centro Henry L. Stimson dijo que la prueba China podría significar el inicio de una ofensiva diplomática de Pekín para negociar la prohibición de armas en el espacio.
Hitchens explicó por su parte que podría ser que China decidió que ya que Estados Unidos obviamente no hablaría sobre la prohibición, se vio obligada a enviar un mensaje para mostrar su capacidad para arrastrar a Estados Unidos a la mesa de negociación.
“Otra hipótesis que podría ser más peligrosa para Estados Unidos consiste en
que este ensayo podría indicar que China está determinada a ser una amenaza de peso para los satélites estadounidenses", añadió Hitchens. "Esto podría ser el principio de una nueva carrera armamentista en el espacio. Y eso sería muy peligroso", advirtió.
Una rivalidad armamentista en el espacio sería muy distinta a la tradicional competencia, de acuerdo con Krepon."Esto será un tipo de carrera muy diferente, ya que esto no necesita de grandes números para crear un lío en el espacio", dijo Krepon.
Independemente de las consecuencias a largo plazo, la prueba de China fue un acto imprudente porque otros satélites estaban cerca del suyo, según Hitchens. Fue "un movimiento irresponsable del gobierno chino al deliberadamente destruir un satélite pesado en órbita creando grandes cantidades de desechos espaciales. Esto es un acto irresponsable, ponen en peligro satélites con fines civiles”, consideró.