Un informe reservado sobre la matanza de 24 civiles la localidad iraquí de Haditha, en noviembre de 2005, a manos de soldados estadounidenses, responsabiliza a los mandos militares de los Estados Unidos de negligencia y de haber fomentado un ambiente en el que no se valoraban las vidas de los civiles.
La muerte de iraquíes es considerada como un hecho "insignificante" para los marines estadounidenses que forman parte de la invasión contra ese país, según el informe realizado por el mayor general del Ejército de Tierra, Eldon A.Bargewell, y publicado hoy por The Washington Post .
En el reporte se puntualiza que "es obvio que hubo serias faltas de conductas en la matanza de dos decenas de civiles en Haditha", que sucedió en noviembre de 2005 y se convirtió en uno de los más notorios casos de las atrocidades cometidas en la invasión a Irak.
Bargewekk denunció que los comandantes fomentaron un clima en el que se devaluó la vida de los iraquíes inocentes al punto que sus muertes son consideradas como una parte insignificante de la guerra.
El reporte fue difundido por el periodista Josh White, del prestigioso diario The Washington Post, que tuvo acceso exclusivo al documento en el que se destaca que los oficiales ignoraron la información que indicaba que había civiles muertos, con la intención protegerse y proteger a sus unidades.
Bargewell no especificó ningún caso en particular, aunque concluyó en que no hubo interés en que se investigue a ningún nivel las acusaciones de las masacres perpetradas por el Ejército de ocupación que se encuentra en Irak desde 2003
"En todos los niveles de la comandancia se tiende a ver a las bajas civiles, incluso en números significativos, como algo rutinario y como un resultado natural e intencional de las tácticas insurgentes", escribió Bargewall.
"Los alegatos hechos por los comandantes durante las entrevistas realizadas para esta investigación, tomadas en su conjunto, sugieren que la vida de los civiles iraquíes no es tan importante como la vida de los estadounidenses, que sus muertes son sólo un costo que trae aparejado hacer las cosas y que los marines necesitan terminar con su trabajo, sin importar lo que eso signifique", agregó.
La masacre ocurrió después que varios marines murieran en un ataque lanzado por desconocidos cerca de Haditha. Horas después, sus compañeros irrumpieron en el pueblo y mataron a tiros a 24 civiles desarmados, entre los que había niños y mujeres.