Pese a las vicisitudes, Efraim Zuroff, popularmente conocido como "cazador de nazis", no se da por vencido y continúa su búsqueda de los pocos funcionarios del nazismo partícipes de los crímenes de lesa humanidad durante la Segunda Guerra Mundial que siguen con vida, con el fin de llevarlos ante la Justicia.
"Siempre digo que soy el único judío que reza por la buena salud de los nazis", son las palabras del historiador estadounidense-israelí Efraim Zuroff, quien se puso al hombro la búsqueda de los tristemente célebres criminales del nazismo de la Segunda Guerra Mundial.
Desde su rol de director del Centro Simon Wiesenthal de Israel, una organización de derechos humanos judía, Zuroff ayudó a localizar a tres mil nazis involucrados en el genocidio conocido como "Holocausto". Además, participó personalmente en el proceso penal contra más de 40 presuntos criminales.
"De las personas con las que estuve muy involucrado en encontrar y tratar de llevar ante la justicia, ni una sola de ellas expresó arrepentimiento o remordimiento. Nunca. Ni una sola vez", dijo Zuroff de 73 años en una entrevista con el medio inglés The Sun. Asimismo, aseguró que en las últimas décadas "nada cambió" respecto al avance de los procesos judiciales contra algunos nazis, algo que le resulta "frustrante".
"Lo volvería a hacer todo". El exfuncionario nazi condenado que no mostró remordimiento ante la Justicia
Una de las capturas mas memorables realizadas por el cazador de nazis fue el exfuncionario croata Dinko Sakic, declarado culpable de asesinar a más de dos mil personas cuando estuvo a cargo del campo de concentración de Jasenovac en Croacia.
Sakic, conocido por hambrear, ahorcar e incluso torturar a los reclusos con un soplete, llegó al campo de concentración en 1941 con un látigo y una metralleta. En el ocaso de la Segunda Guerra, escapó a la Argentina, donde vivió libre durante cinco décadas hasta que fue localizado por Zuroff, quien ayudó en su extradición para que finalmente fuera juzgado en Croacia.
Durante el juicio, el comandante del “Auschwitz de los Balcanes” no sólo se mostró divertido mientras los sobrevivientes declaraban las atrocidades cometidas contra judios, serbios y gitanos, sino que años después dijo a medios locales que no tenía remordimientos y que “dormía con un bebé”.
"Lo volvería a hacer todo", señaló el hombre que fue condenado a 20 años de prisión por crímenes de lesa humanidad en un juicio que dividió a la opinión pública de ese entonces tanto a favor como en contra. Además incluso pidió que lo enterraran con su uniforme nazi.
"La vejez no debería proteger a nadie"
A casi dos meses del 76 aniversario del fin de la Segunda Guerra, el cazador de nazis continúa con su búsqueda para que los pocos criminales que quedan rindan cuentas ante la justicia, en miras de los últimos juicios penales sobre el tema.
Entre ellos, el guardia de las SS, Josef S, de casi cien años, que está siendo procesado en Alemania por colaborar "a sabiendas y voluntariamente" con el asesinato de 3.518 prisioneros en el campo de Sachsenhausen, al norte de Berlín, entre 1942 y 1945.
Ante la fragilidad que despierta la imagen de un anciano ante la Justicia, Zuroff aseguró que “el paso del tiempo de ninguna manera disminuye la culpabilidad de los asesinos” y que “la vejez no debería proteger a nadie”, debido a que los presuntos crímenes fueron cometidos “cuando estaba en el apogeo” de su juventud.
"Esto es lo que les debemos a las víctimas. Hombres, mujeres y niños inocentes, que fueron asesinados simplemente porque fueron categorizados como enemigos del Reich", aseguró.
Por otro lado, el cazador de nazis aseguró que sus esfuerzos en la actualidad se centran encontrar y llevar ante la Justicia a una mujer oriunda de Lituania que "fue vista aplastando la cabeza de bebés judíos con una piedra en el verano de 1941", a partir del relato de un sobreviviente.
"Estos juicios envían un mensaje muy importante de que si comete estos delitos, incluso muchos años después, puede ser responsabilizado", concluyó.
CDI CP