El grupo terrorista Wilayat Sina, filial egipcia de Estado Islámico (EI), se adjudicó ayer la caída del avión ruso que se estrelló en la península del Sinaí con 224 personas a bordo. En un escueto comunicado difundido a través de Twitter, la organización yihadista aseguró que “los soldados del califato pudieron derribar un avión ruso que sobrevolaba el estado del Sinaí con más de 220 cruzados rusos a bordo”.
Los terroristas también difundieron un video en el que se ve a un avión que explota en el aire y cae en picada, aunque en las imágenes difundidas no hay ninguna evidencia de que efectivamente se trate del Airus A-321 de la aerolínea rusa MetroJet. “Que sepan los rusos y sus aliados que no hay seguridad para ellos en la tierra de los musulmanes ni en sus espacios aéreos –agregó Wilayat Sina en su mensaje–. Mueren decenas de personas en el territorio de Medio Oriente por los bombardeos de sus aviones y, al igual que asesinan, serán asesinados”.
Sin embargo, los gobiernos de Rusia y Egipto descartaron la posibilidad de que el avión haya sido objeto de un atentado. “Según los datos de los que disponemos actualmente, la información de que el avión fue derribado no se puede considerar verídica”, afirmó el ministro ruso de Transporte, Maxim Sokolov, y advirtió que la prensa no dispone de elementos para publicar “semejante fantasía”. Por su parte, el primer ministro egpcio, Sherif Ismail, subrayó que “expertos aseguraron que técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura, y es la caja negra la que determinará las causas”.
En efecto, en el momento en el que comenzó a caer en picada, el avión volaba a una altura de 9 mil metros. En la península del Sinaí operan grupos yihadistas que poseen sistemas de ataque antiaéreo.
Sin embargo, los expertos afirman que sus armamentos están muy lejos de poder alcanzar a un objetivo que vuela a semejante altura. Semion Bagdasárov, director del Instituto de Oriente Próximo y Asia Central, dijo al canal Rusia-24 que las organizaciones que actúan en la península tienen un radio de alcance máximo de 4 mil metros.
De hecho, la normativa de seguridad aeronáutica en Egipto fija la prohibición de volar a menos de 7 mil metros de altura en la zona del Sinaí. El vuelo 9268 de MetroJet iba muy por encima de ese límite. De todos modos, las causas de la tragedia siguen bajo investigación y las autoridades no convalidaron aún ninguna hipótesis.