La revuelta popular tibetana contra la dominación del gobierno chino no tardó en irrumpir en las etapas preliminares de los Juegos Olímpicos, que se realizarán este año en Beijing.
Hoy a la mañana, durante la ceremonia de encendido de la tea, tres militantes franceses de Reporteros Sin Fronteras (RSF), entre ellos su secretario general, Robert Menard, intentaron acercarse a la tribuna durante el discurso del presidente del Comité de Organización de los Juegos, Liu Qi.
Uno de los manifestantes desplegó una pancarta con la inscripción "Boicoteen al país que pisotea los derechos humanos" y otro gritó “libertad, libertad” detrás de la tribuna oficial, tras lo cual fueron retirados del lugar por la policía griega.
El símbolo por excelencia de los Juegos llegará a la capital china el 31 de marzo para comenzar con el relevo a varios países. Otra llama se dirigirá hacia Tíbet para ascender hasta la cima del Everest (de 8.848 metros de altura).
Precisamente el paso de la antorcha por el país de los lamas se ha visto estos días ensombrecido por la revuelta popular contra la dominación china. Beijing organizó un amplio dispositivo de seguridad en Tíbet y extremará las precauciones cuando la antorcha ascienda hasta el Everest, con el objetivo de prevenir cualquier manifestación "que altere la unidad nacional", informó el diario El País .
Tanto las autoridades chinas como los miembros del Comité Olímpico repudiaron la manifestación de esta mañana.
El acto de encendido de la antorcha olímpica fue interrumpido por activistas anti-China
Pedían boicotear al país sede de los Juegos Olímpicos China, pero se los llevó la policía.
