Para los jóvenes de Gurgaon, un rico suburbio de Nueva Delhi conocido como Millenium City, la discoteca "Prison" es un verdadero "Shangri-La" de alcohol toda la noche, mujeres atractivas y música punjabí a todo volumen.
Pero antes de que los jóvenes de clase media de la India logren llegar a este paraíso terrenal, tienen que atravesar un verdadero muro de hombres musculosos, algo poco común en la India, tierra de los vegetarianos y la espiritualidad.
Robustos, de mandíbula fuerte, con brazos del mismo tamaño que sus muslos, el aspecto físico de estos guardianes está lejos del estereotipo de hombre indio. Pero lo más curioso de todo es que todos ellos provienen del mismo pueblo, llamado Asola-Fatehpur Beri, y la mayoría tiene el mismo apellido: Tanwar.
Ubicada a pocos kilómetros al sur de Nueva Dehli, la aldea lleva la lucha en sus genes desde que sus antepasados se enfrentaron a distintos pueblos invasores. Hoy es una gran comunidad que, según el cronista del Daily Mail, "engendra gorilas". Allí no hay un solo niño que no asista diariamente al gimnasio.
"Todos los chicos entrenan duramente", explicó Vijai Tanwar, entrenador principal de la escuela de lucha libre al India Today. "Ellos son muy cuidadosos hacia su cuerpo. No hay bebidas y nadie consume tabaco". Como explica el New York Times, son todos "hijos y nietos de pastores de vacas y cabras", que nacieron en un lugar rodeado de tierras de cultivo".
Cuando Fatehpur Beri fue tragada por la capital india en expansión, su caudillos continuaron entrenando en la forma tradicional: una lucha libre en un círculo de barro usando taparrabos. Pero pronto se vieron obligados a buscar nuevas fuentes de trabajo, que encontraron en las discotecas.
"Los Tanwars tienen genes de guerreros", dijo Ankur Tanwar, quien abrió el primer gimnasio de la aldea hace una década. "Peleamos con los invasores musulmanes. Luchamos contra los británicos. Pero han cambiado muchas cosas en los últimos 20 años. Nunca pensamos que íbamos a terminar trabajando en bares".
Criado por un viejo y fornido brahmán que se comunicaba con sus discípulos a través de parábolas de epopeyas hindúes, Vijay Tanwar cuenta al New York Times que sus estudiantes son sometidos a una estricta dieta vegetariana.
Ahora, Tanwar maneja una compañía llamada Grupo Tormenta, que se compone de alrededor de 50 hombres fuertes del pueblo que trabajan como guardias de seguridad en restaurantes, hoteles, hospitales y hasta se encargan de la seguridad de políticos en campañas.
Fuera de la órbita de Vijay Tanwar, más de 200 hombres del pueblo trabajan en las puertas de los pubs, bares y discotecas de la capital india, actúan como guardaespaldas a los dignatarios locales, o se encargan de de garantizar la seguridad colegios privados, hospitales y hoteles de lujo.
Su tiempo libre lo dedican a largas y extenuantes sesiones de lucha, gimnasia y deportes, y rutinas de alimentación de lo más estrictas, dedicadas a fortalecer su masa muscular. La dieta consta de fruta seca, pollos hervidos, 10 claras de huevos, una docena de bananas y 10 litros de leche al día.
Sus esfuerzos los llevan a disfrutar de una buena vida: sus empleadores están dispuestos a pagar tanto como 50.000 rupias (835 dólares) mensuales por los musculosos más intimidantes, en un país donde el ingreso mensual promedio es de sólo 100 dólares para los más afortunados.
* Redactor de elpost.com.ar