Bogotá – La aceptación de Bogotá a una cita en Venezuela entre Hugo Chávez y un jefe de las FARC para impulsar un canje de secuestrados por rebeldes presos avivó la esperanza en Colombia donde diversos sectores calificaron el empeño del mandatario venezolano como un primer gran paso.
Familiares de secuestrados, analistas, voceros gremiales y políticos coincidieron en que la participación de Chávez es positiva pero reiteraron que su esfuerzo por el canje tendrá éxito en la medida en que presente una fórmula alternativa al despeje militar exigido por las FARC y que Bogotá rechaza.
“ Sí, estoy muy optimista. Creo que Chávez es la persona idónea para lograr el canje”, dijo Juan Carlos Lecompte, esposo de la política franco colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC en 2002, quien se entrevistó con el presidente venezolano la madrugada del sábado en Bogotá.
“Es positiva la forma como el presidente de Venezuela ha tomado la iniciativa de trabajar en función del acuerdo humanitario. Sabemos que hay posiciones inamovibles y por eso hay que seguir trabajando, porque algo se puede lograr”, señaló a su turno Gustavo Moncayo, padre de un soldado secuestrado.
Moncayo, que se convirtió en emblema del secuestro en Colombia luego de emprender una caminata de más de 900 kilómetros desde su pueblo natal hasta Bogotá para pedir la suscripción del canje, señaló que Chávez tiene el gran reto de presentar una fórmula creativa al despeje de dos municipios colombianos.
“Consideraba difícil que saliera algo positivo del encuentro entre Uribe y Chávez porque uno conoce las radicales posiciones tanto del primero como de las FARC, pero el presidente venezolano logró un encuentro en Venezuela y eso es fundamental. Este anuncio nos abre un poquito la luz de esperanza", enfatizó.
Por su parte, Marta de Lizcano, esposa del congresista colombiano Oscar Tulio Lizcano –secuestrado hace siete años– aseguró que "somos optimistas sobre el papel del presidente Chávez, pero en el caso mío he aprendido a manejar la situación y mi optimismo es moderado".
"El anuncio de la reunión en Caracas es un resultado concreto. Es una esperanza en medio del túnel. Es un espacio que ha abierto, también, el presidente Uribe. Tenemos un moderado optimismo", aseveró a su turno Marleny Orjuela, vocera de familiares de soldados y policías capturados por la guerrilla.
Para el analista Carlos Lozano, director del órgano informativo del Partido Comunista y experto conocedor de las FARC, el anuncio de Chávez también representa un avance: "Por supuesto que se abre una puerta. Ya queda en el presidente Chávez moverse con iniciativa para acercar a las dos partes".
"Me parece que en medio de esas posiciones tan radicales, tan antagónicas del Gobierno y de las FARC, hay que recibir bien esta reunión y esperar que comiencen a darse las primeras señales de que sí podemos transitar hacia la liberación de los secuestrados", concluyó Lozano.
El analista también celebró las declaraciones del gobierno colombiano que a través de su canciller, Fernando Araújo, dijo que "en lugar de intentar colocar obstáculos (a la reunión entre las FARC y el gobierno venezolano) tiene toda la voluntad de facilitar a que ésta se realice".
Menos optimista se declaró Lázaro Viveros, que participó en unas frustradas conversaciones de paz entre los rebeldes y el gobierno de Andrés Pastrana (1999-2002). "Es un esfuerzo más, pero sin un futuro real, porque como lo han dicho las FARC 'no nos reuniremos con nadie que tenga el calificativo de facilitador del gobierno Uribe'. No podemos, por la ilusión, alejarnos de la realidad. Todos queremos un acuerdo, pero también sabemos cuales son las posiciones", enfatizó.
Chávez anunció el viernes en Bogotá, tras una cumbre con su par colombiano que próximamente recibirá en Caracas a un enviado de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dentro de su gestión de mediador para un canje de 45 rehenes de ese grupo por 500 insurgentes presos. Además, reveló que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, le solicitó obtener una prueba de vida de Ingrid Betancourt, en poder de esa guerrilla desde el 23 de febrero de 2002.
Fuente: AFP