INTERNACIONAL
revelan detalles de la persecucion

El Chapo cayó por vanidad y ahora espera la extradición

Según las autoridades, Guzmán fue detenido por haber contactado actores y productores para filmar una película sobre su vida. México lo enviará a los EE.UU.

Cabeza alta. Las fuerzas de seguridad exhibieron al jefe del cartel de Sinaloa, que se mostró desafiante ante las cámaras de TV.
| AFP / AP

En este trip novelesco, casi todo resulta difícil de creer. El hecho de que Joaquín “el Chapo” Guzmán, el narcotraficante más poderoso y buscado del mundo, haya caído por su excéntrico deseo de rodar un film autobiográfico es en sí mismo un final (¿final?) de película. Y será creer o reventar, porque eso es lo que informaron las autoridades mexicanas luego de haber capturado a Guzmán tras seis meses de persecución y de haberlo mostrado a las cámaras. Según la versión oficial, el Chapo cayó por haberse entusiasmado con su propio mito: lo que permitió el primer acercamiento de los investigadores al círculo de seguridad del capo narco fue la intercepción de una serie de contactos que sus secuaces establecieron con actores, actrices y productores para avanzar en una versión cinematográfica de la vida del jefe del cartel de Sinaloa.
Puede que esta caída no resulte como las dos anteriores, las de 1993 y 2014, cuando Guzmán volvió a escapar de las prisiones de México: esta vez, el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene la intención de aceptar el pedido de extradición de los Estados Unidos, según anunció ayer la Fiscalía General. En un comunicado, la oficina señaló que los amparos presentados en los últimos meses por los abogados del Chapo no representan un impedimento para el “inicio del procedimiento de extradición”, aunque advirtió que éste tendrá “distintas etapas” y podría presentarse largo. Se estima que el traslado podría concretarse a mediados de año, aunque eso dependerá de la batalla legal entre el Estado y la defensa de Guzmán.
Estados Unidos solicitó que el Chapo fuera extraditado a fines de junio pasado, un par de semanas antes de que se fugara de una cárcel de máxima seguridad a través de un túnel de un kilómetro y medio. Las autoridades estadounidenses le imputan cargos criminales por el contrabando transfronterizo de drogas por miles de millones de dólares.

El derrotero. La extradición es el escenario que el Chapo más aborrece. Llegó a esta situación tras un largo derrotero, que comenzó con su ambición de filmar una película sobre sí mismo. Al menos eso es lo que dijo anteayer a última hora la fiscal general de México, Arely Gómez González, quien desechó la versión inicial acerca de que el capo narco había caído por la denuncia de un vecino.
Desde el hangar de la Fiscalía en el aeropuerto de la Ciudad de México, donde minutos después Guzmán fue exhibido a la prensa, Gómez aseguró que “un aspecto importante que permitió precisar su ubicación fue el haber descubierto la intención de Guzmán Loera de filmar una película biográfica, para lo que estableció contacto con actrices, actores y productores” a través de sus abogados. La intercepción de esas comunicaciones permitió seguirle la pista hasta el remoto municipio de Pueblo Nuevo, en el estado norteño de Durango, donde a fines de octubre el Chapo estuvo a punto de ser capturado. Según la fiscal, en aquella ocasión las fuerzas de seguridad lo tuvieron en la mira desde un helicóptero, pero no le dispararon porque iba acompañado de dos mujeres y una niña. Finalmente, logró huir por un desagüe y se internó en la agreste Sierra Madre.
Sin embargo, esa primera aproximación fue lo que hizo posible cerrar aún más el círculo de inteligencia sobre Guzmán. A fines de diciembre, los investigadores obtuvieron un nuevo dato crucial: cansado de la vida rural, el perseguido quería instalarse en una zona urbana. El seguimiento de sus hombres más cercanos permitió identificar a un experto en construcción de túneles que estaba refaccionando varias casas en Sinaloa, entre ellas, una en Los Monchis, la tercera mayor ciudad del feudo del Chapo.
Ese domicilio fue vigilado durante un mes hasta que, el jueves a la madrugada, llegó un vehículo con Guzmán a bordo. Las fuerzas federales lanzaron su asalto veinticuatro horas después: “Se puso en marcha un operativo que, al llegar al domicilio, fue repelido con armas de grueso calibre, lo que dio origen a un enfrentamiento en el que un marino resultó herido y cinco agresores murieron”.
Pero Guzmán consiguió huir una vez más a través del sistema de cañerías junto a su jefe de seguridad, Iván “el Cholo” Gastélum Avila. Tras una última persecución bajo tierra, el Chapo y su ladero salieron a superficie por una alcantarilla y robaron un vehículo. Fue el fin del show: fueron interceptados en la ruta de salida de Los Monchis y trasladados a un hotel cercano hasta que llegaron refuerzos.
Ahora, Guzmán volverá a la cárcel de El Altiplano, la misma que burló hace seis meses. Lo esperan con el suelo reforzado con paneles de acero, para evitar que la película del Chapo vuelva a empezar.