El chavismo afirma que las recientes críticas de Cristina Fernández de Kirchner sobre Venezuela se deben al “contexto electoral” y no suponen un quiebre en la relación entre ambos aliados históricos. Así se lo dijo a PERFIL una calificada fuente del gobierno venezolano que desde hace años sirve como nexo chavista con el kirchnerismo.
Por primera vez, CFK se despegó esta semana de la deriva del gobierno de Nicolás Maduro. Fue durante una entrevista televisiva en la que le preguntaron si en Venezuela hay una dictadura. “En Venezuela no hay estado de derecho y acá (en Argentina) tampoco”, respondió.
“Hay que ver sus declaraciones en el contexto de la campaña y de lo que exigía el formato de esa entrevista”, minimizaron desde el chavismo. “No nos preocupa para nada. Al contrario: seguimos apostando al triunfo de Cristina en octubre”.
Este diario quiso saber si, luego del reportaje a CFK, el gobierno de Venezuela contactó al entorno de la ex presidenta para aclarar los tantos. “No hace falta, está todo clarísimo –dijeron las fuentes venezolanas–. Es una declaración electoral. Además, no habló de dictadura, sino que dijo que no hay estado de derecho. Eso puede interpretarse como una consecuencia de la extrema polarización, que no es responsabilidad exclusiva de nuestro gobierno sino también de la oposición”.
Al referirse a Venezuela, CFK comparó la crisis institucional que atraviesa ese país con la actualidad argentina. En campaña, la ex presidenta acusa al gobierno de Mauricio Macri de no respetar las libertades individuales.
Casualidad o no, esa libre asociación de Maduro con Macri es similar a la ensayada públicamente por la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, a quien el macrismo “heredó” de la gestión K. Gils Carbó compara los embates que hoy recibe del gobierno argentino con la persecusión sufrida por la destituida fiscal general venezolana, Luisa Ortega Díaz, quien tuvo que huir de su país luego de que el chavismo la acusara de traición a la patria.
Sea como fuere, habrá que ver si las declaraciones de CFK se traducen en un giro definitivo de su postura sobre Venezuela. O si, como quiere creer el chavismo, fue solo para la campaña.