El presidente estadounidense, Donald Trump, aprovecha la crisis desatada con el cierre parcial de la administración de gobierno causada por los desacuerdos entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto para realizar masivos despidos en el Estado.
Además, la Casa Blanca afirmó que va a suprimir miles de millones de dólares en fondos federales para varios estados dirigidos por opositores demócratas.
El mandatario anunció en su red Truth Social una reunión con el director de la Oficina de Presupuesto, Russell Vought, para abordar esos recortes. Unos 750.000 trabajadores del gobierno federal se ven afectados desde el 1 de octubre por el cierre administrativo.
“Me reuniré hoy con Russ Vought para determinar cuáles de las muchas agencias demócratas, la mayoría de las cuales son una estafa política, recomienda recortar, y si esos recortes serán temporales o permanentes”, publicó Trump.
“No puedo creer que los demócratas de extrema izquierda me hayan dado esta oportunidad sin precedentes”, agregó el republicano en referencia al rechazo de los demócratas del Congreso al plan de financiación gubernamental presentado por los republicanos.
Trump ha utilizado un tono burlón en medio de la crisis política, con mensajes hirientes para sus interlocutores, como el jefe de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y el jefe de la minoría en el Senado, Chuck Schumer.
Apoyo casi sin fisuras. El cierre parcial del gobierno arrancó el miércoles al no haber un nuevo acuerdo presupuestario.
Ayer hubo un último intento, pero no funcionó, así que el cierre gubernamental en Estados Unidos se mantendrá hasta la semana que viene. Los republicanos, con mayoría en la cámara, no lograron reunir los apoyos suficientes de la minoría demócrata para pasar su proyecto de extensión presupuestaria hasta el 21 de noviembre.
Los republicanos cuentan con una mayoría en el Senado (53 bancas de 100), pero necesitan 60 votos para aprobar el paquete presupuestario.
Las agencias federales, y unos 750.000 trabajadores, oficialmente no disponen de fondos desde el miércoles, cuando expiró el año fiscal estadounidense y el Congreso fue incapaz de extender provisionalmente el presupuesto.
El cierre administrativo del gobierno implica que cientos de miles de empleados dejan de trabajar y cobrar sueldo provisionalmente, mientras que otros deben seguir acudiendo a sus puestos de trabajo, también sin sueldo.
“Miles” de trabajadores podrían ser despedidos a causa de esta crisis, advirtió la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Trump busca también meter presión a bastiones demócratas como Nueva York y California. Según la prensa local, el Departamento de Energía y Transporte prepara recortes particularmente dirigidos a esos estados.
El ministerio anunció que cancela 321 subvenciones financieras para 223 proyectos que, según dice, permitirá “un ahorro de aproximadamente 7.560 millones de dólares para los contribuyentes estadounidenses”.
Este es el primer cierre o “shutdown” desde 2019, cuando se produjo el más largo en la historia, que duró 35 días.