Una vez más, la familia real queda en ojo de la tormenta. Iñaki Urdangarin, el cuñado del rey de España que fue condenado a seis años por corrupción, podrá quedar en libertad mediante el pago de una fianza de 200.000 euros, a la espera de que se resuelva su recurso.
El fiscal del tribunal de Palma de Mallorca que juzgó en el conocido "caso Nóos" (llamado así porque a Urdangarin se lo acusaba por el supuesto desvío de más de seis millones de euros procedentes de fondos públicos de 2003 a 2006 al Instituto Nóos, entidad sin ánimo de lucro que él presidió), luego de cinco años de investigación, ha pedido de esta forma que el esposo de la infanta Cristina permanezca en libertad mientras se examinan sus recursos.
El cuñado del Rey Felipe VI, había sido condenado el viernes a seis años de prisión por malversación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos contra la Hacienda Pública mientras que su esposa fue absuelta de los cargos de fraude fiscal.
Por su parte, según consideró la corte de Baleares, a ocho meses del inicio del juicio la infanta no cometió los dos delitos de cooperación necesaria en fraude fiscal de los que se le acusaba, en un escándalo relacionado con las actividades de su marido que provocó que la Casa Real cortara relaciones con ella y su familia.
La infanta tendrá que pagar una multa de 265.000 euros en concepto de responsabilidad civil a título lucrativo, mientras que su esposo -además de la fianza en caso de quedar libre- deberá abonar 512.000 euros.