INTERNACIONAL
Por pedido catalán

El debate soberanista en España se instala y presiona a Rajoy

La búsqueda de mayor autonomía o, directamente, de la soberanía nacional de algunas comunidades autónomas del país se ha ido instalando en todos los ámbitos de la política nacional.

Colorida. La Diada, nombre con que se conoce la manifestación de Cataluña de cada 11 de septiembre, esta semana fue masiva.
| AFP
En los últimos años en España, la agitación independentista estuvo circunscripta mayormente al ámbito de la región de Cataluña. Semanas atrás, incluso, alcanzó un punto álgido cuando el gobierno de la Generalitat Catalana anunció que celebraría de forma unilateral un referéndum para consultar a los ciudadanos si quisieran convertirse en una Estado republicano.

Sin embargo, el debate por la “plurinacionalidad” de España y, en relación a ella, la búsqueda de mayor autonomía o, directamente, de la soberanía nacional de algunas comunidades autónomas del país se ha ido instalando en todos los ámbitos de la política nacional. 

La discusión incluso ha alcanzado el espacio editorial del influyente periódico estadounidense New York Times, que ha encomendado al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afrontar el reclamo catalán, y  hallar una solución política.

En la última semana, el debate sobre la “plurinacionalidad” reapareció en el seno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la segunda fuerza política del país. Su relanzado secretario general, Pedro Sánchez, que resucitó de las cenizas gracias al respaldo de una rotunda mayoría de militantes en la interna de su formación, marcó un nuevo rumbo respecto de los reclamos de mayor autonomía o expresiones soberanistas en el país.   

En el 39º Congreso, celebrado recientemente, afirmó que debía realizarse una “reforma constitucional federal” que sostenga que “la soberanía reside en el conjunto del pueblo español”, aunque “debe perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado”.

El planteo, opuesto a los tradicionales caciques del PSOE, fue recogido con más que simpatía por el partido político Podemos. “Nosotros éramos los únicos que hablábamos de plurinacionalidad hace unos meses, ahora también lo hace el PSOE de Sánchez. El avance discursivo es obvio y suena mejor de lo que sonaba antes”, declaró el secretario de organización de la fuerza morada, Pablo Echenique.

El principal líder del partido, Pablo Iglesias definió la nueva postura del PSOE como “un cambio estratégico”, y lo ha vinculado con la posibilidad de articular un nuevo encaje de Cataluña en el Estado. Su postura, contraria a la del Partido Popular, Ciudadanos e incluso el PSOE (las tres formaciones políticas con mayor intención de voto en la nación), es favorable al referéndum, aunque advierte que debería ser  “una consulta de verdad”, pactada con el Gobierno español y reconocida internacionalmente.

En ese caso, Iglesias confía que si se reconocieran las demandas catalanas, la mayoría de los ciudadanos de esa comunidad votaría por continuar unida a España en una eventual consulta. El resto de los partidos políticos, ni siquiera se arriesga a especular con ese u otro resultado.

Este martes, Sánchez e Iglesias se reunirán por primera vez desde que el secretario general del PSOE resultó triunfador en las internas del partido. Ambos resaltaron que su objetivo es encontrar una mayoría parlamentaria alternativa al Partido Popular para desbancarlo de la Moncloa

Lo cierto es que la cuestión de la independencia catalana es uno de los principales obstáculos a la hora de unir fuerzas. Sánchez podría formar un alternativa junto a Podemos, y con el apoyo de los independentistas como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) o el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT). Pero esa opción, que era aberrante para los barones del PSOE, para el nuevo portavoz de la ejecutiva socialista, Óscar Puente, no es una opción a considerar. “(El PSOE) No se plantea sustentar una alternativa de gobierno", con esas formaciones.

En la misma línea, aunque con un tono más tempestuoso, se manifiesta, por ejemplo, el líder del ERC al momento de considerar el apoyo a un gobierno de Sánchez. “Que se deje de estupideces y, si tanto nos quiere, que respete la voluntad del 80% de los catalanes que quieren votar”, afirmó su líder, Joan Tardà, refiriéndose al discurso del secretario general del PSOE en el que reconocía a Cataluña como una “nación cultural”.

Mientras tanto, un nuevo frente de presión al Gobierno de Rajoy parece abrirse paso en la comunidad autónoma del País Vasco

Durante una ponencia sobre el autogobierno en el Parlamento vasco, dos de los principales sindicatos de la comunidad, ELA-STV y LAB, vinculado a la izquierda abertzale, criticaron los intentos del Ejecutivo autonómico vasco en hallar soluciones en negociaciones con el Gobierno de Rajoy. “La única bilateralidad posible es aceptar la decisión que en cada momento adopte el Gobierno español”.

A partir de ahora vamos a hacer más política que nunca”, declararon los portavoces de ELA-STV, que cuenta con 100 mil afiliados. Según refirieron los medios españoles, el sindicato buscará un “cambio radical económico y político a través de la convergencia de fuerzas soberanistas”.

A su vez, la coalición política vasca EH Bildu (perteneciente a la izquierda abertzale) saludó la iniciativa de los dos sindicatos. “Vemos bien que las dos principales fuerzas sociales —ELA y LAB— unan fuerzas por el soberanismo”.

La apuesta a coro de ELA, LAB y EH Bildu a corto plazo es presionar al Partido Nacionalista Vasco (PNV) que conduce el el Ejecutivo autonómico. En declaraciones recientes han acusado al líder del gobierno, el lehendakari, Íñigo Urkullu de querer pactar con el Gobierno español la reforma del Estatuto de Autonomía  que defina el sistema de autogobierno de Euskadi.

Por detrás de ese reclamo, también se suma un fuerte componente económico. La denuncia de un Gobierno autónomo vasco de estirpe “neoliberal”, que además apoya a un partido (el PP), que “actúa cual mafia”, en clara referencia a la innumerable cantidad de denuncias y casos judiciales por actos de corrupción de la formación que lidera Rajoy.

Sin entrar en pronósticos sobre la avanzada soberanista vasca, el contexto es muy distinto al de Cataluña. “Aquí no existe un clima social en favor de la independencia”, afirmó Eduardo Maura, responsable de Podemos en la comunidad. En cambio, sostiene que el PNV ha hecho un “pacto” con el Partido Socialista Euskadi (PSE) y el (PP), y que, con ellos, tiene una “muy clara estrategia como para dejarse presionar” por las fuerzas soberanistas.

Mientras cataluña avanza con su referéndum para el primero de octubre, el País Vasco agita el espíritu soberanista, el PSOE debate el concepto de la “plurinacionalidad”, y Podemos insta a debatir la “plurinacionalidad” de España, Mariano Rajoy no se ha movido un ápice en su posición de no debatir cualquier proyecto que huela a mayor autonomía de las comunidades. 

El problema es que mientras continúe en su posición inmovilista, puede sucederle que cuando finalmente haya optado por encontrar una solución política a estas problemáticas, su tiempo al frente de la Moncloa haya llegado a un final.