La justicia peruana dictó el fallo a favor de las víctimas en el juicio iniciado hace 484 días contra el ex presidente Alberto Fujimori. Los jueces lo encontraron culpable por las masacres de la universidad La Cantuta y Barrios Altos y los secuestros del empresario pesquero Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorriti.
La sentencia comenzó a las nueve de la mañana de Perú (las 11 en la Argentina), con seis minutos de retraso respecto al horario previsto en la ciudad de Lima. Fujimori llegó a la sala con un rostro aparentemente tranquilo aunque contrastaba un evidente nerviosismo en sus ojos y en la cara de sus hijos, Keiko y Kenji.
Fujimori se sentó frente al tribunal especial de la Corte Suprema de Justicia, que preside el magistrado César San Martín, en una pequeña mesa donde espera que se dicte el final de su sentencia.
La fiscalía había pedido 30 años de prisión por la muerte de 25 personas entre 1991 y 1992.
Fuera del cuartel de policía donde se desarrolló la audiencia, se concentraron cientos de fujimoristas, activistas de derechos humanos y familiares de las víctimas en las masacres cuya autoría se le atribuyen al ex mandatario. Unos 20 policías tuvieron que intervenir para separar los grupos formando un cordón humano.
El ex presidente peruano, enfrenta además 6 años de prisión por haber ordenado durante su mandato un allanamiento ilegal de la residencia de su ex asesor Vladimiro Montesinos.