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El FMI, "instrumento del demonio" según el chavismo, le negó el préstamo a Nicolás Maduro

Enemigo declarado de la entidad financiera, el líder chavista había enviado una carta al "honorable organismo" para solicitarle US$ 5.000 millones para afrontar el coronavirus.

el presidente venezolano Nicolás Maduro
El presidente venezolano, Nicolás Maduro. | AFP

El Fondo Monetario Internacional (FMI), al que el presidente venezolano Nicolás Maduro llamó “instrumento del mismísimo demonio”, le cerró las puertas al gobierno chavista, que había solicitado un financiamiento por 5 mil millones de dólares para fortalecer las capacidades de respuesta del sistema de salud ante la pandemia del coronavirus, que registra 33 casos en el país. "Desafortunadamente, el Fondo no está en condiciones de considerar esta solicitud", porque "no hay claridad" sobre el reconocimiento internacional del gobierno de ese país sudamericano, señaló un portavoz del FMI en una declaración enviada a la agencia AFP.

Maduro, cuyo gobierno no es reconocido por medio centenar de países, es un enemigo declarado y crítico feroz del organismo, por lo que el pedido de dinero sorprendió. Tiempo atrás, en una arenga televisiva, había dicho que “el Fondo Monetario Internacional es el instrumento del mismísimo demonio en el mundo, y es el instrumento para imponer el modelo económico de explotación neocolonial a los pueblos de sur, de los pueblos de América Latina y el Caribe”. También había culpado a la entidad de la crisis económica argentina y dijo que “solo aboga por los intereses de los multimillonarios y le quieren sacar el dinero del bolsillo a los pueblos para pagar”.

En Venezuela existen 36 casos confirmados de Covid-19. Al momento de solicitar el préstamo este martes, Maduro hizo referencia a "la dura e inesperada batalla que hoy enfrenta el mundo contra el brote del nuevo coronavirus (Covid-19), epidemia catalogada recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia". Indicó que ante esta situación se requiere la "unión de todos los países trabajando de manera articulada y solidaria para reducir al mínimo sus consecuencias".

Además, Maduro había recordado al FMI que "desde el Gobierno Bolivariano venimos ejecutando diferentes medidas prevención y control altamente integrales, estrictas y exhaustivas para atender esta contingencia y atender al pueblo venezolano, en particular dada, la confirmación de los primeros casos de personas infectadas en nuestro país". "Es por ello que acudimos a su honorable organismo para solicitarles su evaluación respecto a la posibilidad de otorgarle a Venezuela una facilidad de financiamiento por 5.000 millones de dólares del Fondo de Emergencia del Instrumentos de Financiamiento Rápido (IFR), recursos que contribuirían significativamente para robustecer nuestro sistema de detención y respuesta", expresó.

El fallecido Hugo Chávez amenazó con romper con el ente multilateral en 2007, después de anunciar el pago de deudas pendientes, pero no llegó a dar ese paso.

La economía venezolana está hoy devastada por una crisis política y económica que en seis años redujo en dos tercios su PIB. En cesación de pagos, el país tiene limitado acceso a financiamiento y está jaqueada por sanciones de Estados Unidos, principal socio del FMI, que considera a Maduro un dictador. Sumado a esto, Venezuela vio cómo empeoraron sus perspectivas debido al desplome de los precios del petróleo registrado desde la pasada semana. "En este momento crucial y conscientes del alto nivel de contagio de esta enfermedad, seguiremos tomando medidas rápidas y enérgicas" que detengan su avance, dijo Maduro.

"Estamos convencidos (de) que en coordinación permanente con la OMS (Organización Mundial de la Salud)" y con "apoyo entre los países del mundo podremos superar esta difícil situación", escribió el mandatario, quien en 2016 había prometido que el FMI no volvería a poner un pie en su país. Venezuela, sin embargo, se encuentra sumergida en una crisis con hiperinflación y carencias serias en los servicios de electricidad y agua y, en ese marco, la llegada del coronavirus se volvió una carga aún más pesada. Especialistas denuncian la falta de instalaciones adecuadas para la atención a los pacientes, así como escasez de tapabocas y remedios.

DS