Mientras el continente europeo se sumerge día a día en la desesperación por la pandemia de coronavirus, Rusia se presenta como un verdadero enigma. Desde el inicio del brote, el gobierno de Vladimir Putin registró 147 casos -al 19 de marzo- y no puso en marcha las medidas extremas adoptadas por China, España, Italia y Francia. Esto llevó a la Unión Europea (UE) a acusar a Rusia de estar detrás de una campaña de desinformación y de lanzar teorías conspirativas sobre la enfermedad con el fin de generar confusión y de dañar al club comunitario en medio de la crisis.
La situación despertó las dudas en los críticos de Putin sobre si el Kremlin está ocultado la verdadera dimensión de la pandemia. "La situación en Rusia es difícil, los medios no dicen la verdad", acusó el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, molesto por el cierre de las fronteras. Valeri Soloviei, politólogo disidente, dijo que, según sus fuentes, las muertes en Rusia serían "1.600" y los enfermos "150 mil". Las dudas se refuerzan a medida que Moscú construye un hospital que estará destinado a pacientes de Covid-19 y diversas ciudades adoptan medidas restrictivas sobre reuniones sociales y clases.
Por un lado, existe la posibilidad de que Rusia haya sido lo suficientemente rápido como para introducir medidas de contención contra el virus -controles en ciudadanos chinos a partir del 23 de enero, con el posterior cierre total de la frontera, así como sobre los ingresos de los aviones en riesgo, incluido el Europa, desde finales de febrero. Por el otro lado, están los diversos resultados en las pruebas debido a un procedimiento diferente en dos fases adoptado por el laboratorio Novosibirsk Vektor, que también suministra kits de hisopos al país.
Moscú busca generar "pánico" y transmitir la imagen de que las instituciones pueden "colapsar" en cualquier momento, dice el Servicio de Acción Exterior de la UE, que explica que el objetivo del Kremlin es socavar la confianza de los ciudadanos en sus sistemas de salud y, en última instancia, en sus autoridades nacionales y en las instituciones internacionales. A su juicio, los medios de comunicación afines al Kremlin no tratan de "vender una idea" sobre el coronavirus sino de "confundir" a la audiencia a través de la difusión de "hechos alternativos" sobre esta crisis.
"El espacio informativo queda entonces lleno de mentiras. Una niebla de bulos termina tapando a los hechos y ocupando los 'vacíos' en esta crisis", dijo una publicación de East Stratcom, un equipo del Servicio de Acción Exterior dedicado a la comunicación proactiva de las políticas de la UE en Rusia y la exrepúblicas soviéticas. Esa nota denuncia que la desinformación rusa trata de generar discordancia en medio de la crisis sanitaria ofreciendo distintas versiones, explicaciones, filtraciones y revelaciones sensacionalistas.
El grupo por como ejemplo que medios afines al Kremlin publican artículos en los que minimizan la gravedad del coronavirus y aseguraban que era menos letal que una gripe, seguidos de otros en los que se vaticinaba un futuro apocalíptico ante la "marcha triunfal" del virus por el planeta. Sobre las teorías conspirativas, la UE acusa a Rusia de alentar ideas como que la pandemia era un arma biológica desarrollada por Estados Unidos, Reino Unido y la oposición bielorrusa, o que la situación estaba siendo exagerada por laboratorios farmacéuticos para hacer negocio.
Qué hace Rusia para tener tan pocos contagios
El primer ministro ruso, Mikhail Mishustin negó que el gobierno esté “escondiendo” la realidad y anunció el pronto lanzamiento de una página web que publicará en tiempo real la cantidad de contagios. El lunes, Rusia restringió temporalmente a partir del 18 de marzo y hasta el 1 de mayo el ingreso al país de todas las personas procedentes del extranjero “para garantizar la seguridad del Estado”, “proteger la salud pública” y “prevenir la propagación de la infección por el coronavirus”, según anunció Mishustin.
A nivel local, Moscú canceló las clases hasta el 12 y su alcalde, Sergiei Sobianin, comentó que los ciudadanos de Rusia que ingresen en la ciudad desde EEUU, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido deben autoaislarse en sus viviendas por 2 semanas. “La exigencia de autoaislamiento durante 14 días se extiende a los ciudadanos que lleguen desde Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea, Ucrania, Bielorrusia y los países que no forman parte de la UE”, escribió el alcalde.
Por otro lado, Estados Unidos acusa a Rusia de haber lanzado “un esfuerzo coordinado” para difundir información errónea y alarma sobre el coronavirus, interrumpiendo los esfuerzos globales para combatir la epidemia. Esta campaña difunde teorías conspirativas “infundadas” de que EEUU está detrás del nuevo brote de coronavirus, en un intento aparente de dañar la imagen de Estados Unidos en todo el mundo. Algunas afirman falsamente que Donald Trump está librando una “guerra económica contra China” y que el virus es un arma biológica fabricada por la CIA.
Los funcionarios del Departamento de Estado encargados de combatir la desinformación rusa le dijeron a la AFP que Rusia usa cuentas falsas en Twitter, Facebook e Instagram para avanzar los puntos de conversación rusos en varios idiomas. “La intención de Rusia es sembrar la discordia y socavar las instituciones y alianzas de EE. UU. Desde adentro, incluso a través de campañas encubiertas y coercitivas de influencia maligna”, dijo Philip Reeker, subsecretario de Estado en funciones para Europa y Eurasia. “Al difundir la desinformación sobre el coronavirus, los actores malignos rusos vuelven a elegir amenazar la seguridad pública al distraerse de la respuesta de salud global”, afirmó.
"Acusar a Rusia de cada desastre que ocurre en la sociedad occidental se convirtió en una reacción estándar en los medios de comunicación y centros de investigación. Al comenzar esta crisis de coronavirus, quedó claro que era solo cuestión de tiempo antes de que pudiéramos culpar a Rusia", explicó George Szamuely, investigador ruso del Instituto de Política Mundial.
DS