El multimillonario Rinat Akhmetov, conocido por ser el hombre más rico de Ucrania, manifestó que entregará su imperio de medios de comunicación al Estado en medio de la invasión rusa a ese país, debido a una ley que tiene como objetivo limitar la influencia de los oligarcas en la economía ucraniana.
El empresario, presidente de System Capital Management (SCM) Holdings y del club de fútbol Shakhtar Donetsk, difundió un comunicado en la página de su grupo financiero apara anunciar la decisión. En ese sentido, explicó que fue "impulsado" por la la ley adoptada en septiembre de 2021 para "prevenir las amenazas a la seguridad", asociadas a la "excesiva influencia de los oligarcas".
"Esta semana, Media Group Ukraine cederá todas sus licencias de nuestros canales de televisión y las de los medios por internet en beneficio del Estado", informó Akhmetov.
El conglomerado es una sociedad de cartera de medios que gestiona los proyectos de televisión y medios digitales de SCM, además de ser uno de los mayores grupos de empresas de Ucrania. El multimedio está formado por 10 canales de televisión, medios por internet y en papel.
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Akhmetov nació en Donetsk, la parte separatista que se encuentra al este de Ucrania. Se graduó en la Universidad Nacional de esa ciudad carbonífera en Ciencias Económicas a mediados de la década de 1990 y poco después creó SCM, a través de la que fue adquiriendo sociedades mineras. Se estima que su fortuna es de alrededor de 4.200 millones de dólares.
Como miembro del Partido de las Regiones, Akhmetov ayudó a financiar las campañas electorales del rusófilo Víktor Yanukóvich, ex gobernador de Donetsk y ex presidente ucraniano. Se le consideraba cercano a las posiciones de Moscú, pero su postura cambió con la invasión a Ucrania.
A fines de junio pasado, el multimillonario de 55 años demandó a la Federación Rusa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), alegando que el régimen del presidente Vladímir Putin violó sus derechos de propiedad en su ataque a su país natal.
En su demanda, citó la destrucción de la infraestructura y el bombardeo al complejo siderúrgico de Azovstal en la ciudad de Mariúpol. También pidió a los jueces que tomen medidas provisionales para evitar que Rusia bloquee, saquee y destruya el grano y el acero producido por las empresas de SCM.
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