El cónclave para la elección del sucesor de Benedicto XVI tras su histórica dimisión empezará el martes 12 de marzo, anunció este viernes el Vaticano. "El Colegio de Cardenales ha decidido en la octava Congregación General que ha tenido lugar este viernes en la tarde (...), que el Cónclave para la elección del nuevo pontífice se abrirá el martes 12 de marzo del 2013", reza el comunicado.
"Por la mañana se celebrará en la basílica de San Pedro la Santa Misa 'Pro eligendo Romano Pontífice' y por la tarde del mismo día se entrará en el Cónclave", precisa la nota.
En las reuniones preparatorias del viernes participaron los 115 cardenales con derecho a voto (de menos de 80 años), tras la llegada la víspera del vietnamita Jean Baptiste Pham Minh Man, el único que faltaba.
Los purpurados iniciaron el lunes sus reuniones a puerta cerrada en la Sala del Sínodo para definir el perfil del papa que deberá suceder a Benedicto XVI, quien renunció el 28 de febrero a su cargo alegando "falta de fuerzas", en un gesto inédito que conmocionó a una institución ya vapuleada por una serie de escándalos.
La fecha de inicio del cónclave se votó por mayoría simple, al término de cinco días de deliberaciones en las cuales intervinieron más de 100 purpurados procedentes de todos los continentes. Sólo dos cardenales con derecho a voto no participarán en la elección del nuevo papa: el indonesio Julius Riyadi Darmaatmadja, por motivos de salud, y el escocés Keith O'Brien, quien renunció por "motivos personales" tras reconocer conductas sexuales "inapropiadas" en los años 80.
El mundo católico espera que la Iglesia cuente con un nuevo papa antes de Semana Santa, el 28 y 29 de marzo, uno de los ritos más importantes del año litúrgico. Según fuentes religiosas, la mayoría de los purpurados, sin distinción entre progresistas y conservadores, han apuntado contra la desacreditada Curia Romana (el gobierno del Vaticano) en sus reuniones de esta semana.
"En numerosas ocasiones han abordado el tema de la colegialidad", admitió el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, con estilo diplomático. Los llamados "príncipes de la Iglesia", título que algunos sectores piden que sea eliminado, han abordado los graves problemas de gestión de la institución.
¿Un papa brasileño? Según el diario Il Corriere della Sera, hay una clara división entre los purpurados de la Curia, que trabajan en la maquinaria de la Santa Sede, en el centro de escándalos y denuncias de tráfico de influencias, y los del resto del mundo, que sospechan "que todo esté decidido" con antelación.
"Necesitamos como el agua de mayo a un Juan XXIII. Sea de donde sea", escribió en su blog el español José Manuel Vidal, experto en asuntos religiosos, al analizar la grave crisis de credibilidad que atraviesa la institución.
Bajo el papado de Juan XXIII (1958-1963) se inició (en 1962) el Concilio Vaticano II, que renovó la Iglesia acercándola más a los fieles y abriéndola al diálogo con otros credos. Los purpurados italianos, que constituyen el bloque más numeroso e influyente, con 28 votos en el cónclave, preparan una estrategia para recuperar el prestigio perdido como grandes mediadores y administradores de la Curia tras las revelaciones del caso Vatileaks, afirma el diario La Repubblica.
Pero los cardenales italianos están divididos en la búsqueda del próximo papa: unos apoyan al arzobispo de Milán, Angelo Scola, considerado como un reformista, y otros al brasileño Odilo Scherer, el "hombre fuerte" de la comisión de vigilancia del banco del Vaticano, de acuerdo con el diario.
Scola contaría solamente con unos 4o votos de los 77 necesarios para ser elegido Papa. "Se dice que la Curia Romana apoya al brasileño Odilo Pedro Scherer, de 63 años, arzobispo de San Paulo, quien contaría con el apoyo de un Secretario de Estado 'sólido' como el italiano Mauro Piacenza o el argentino Leonardo Sandri", sostiene el rotativo.
El primer papa de América podría llegar así al trono de Pedro precedido de amargas polémicas, informó la Agencia France Press.