El "Monstruo de Amstetten", que secuestró y violó a su hija durante 24 años, tiene demencia y aliviaron su régimen carcelario
Josef Fritzl, hoy de 88 años, fue condenado a cadena perpetua en 2009 después de mantener a su hija, Elisabeth, como esclava sexual, encerrada en el sótano de su casa en Amstetten y engendrar por la fuerza siete hijos con ella.
Josef Fritzl, el "monstruo de Amstetten": encarceló a su hija durante 24 años y tuvo siete hijos con ella. |
CEDOC
El austríaco Josef Fritzl, condenado a cadena perpetua por secuestrar y violar a su hija durante 24 años y conocido por el apelativo “Monstruo de Amstetten”, fue diagnosticado con demencia y recibió para salir de la zona de alta seguridad donde estaba encarcelado.
Condenado en marzo de 2009, este electricista había sido detenido un año antes tras la hospitalización de uno de los siete niños nacidos de la relación incestuosa que mantuvo con su hija Elisabeth. Pero ahora “ya no supone un peligro”, según su abogada.
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El jubilado, ahora de 88 años, podrá obtener libertad condicional en marzo de este año según las indulgentes leyes de sentencias de Austria y podrá vivir en una residencia geriátrica hasta su muerte. “Este hombre tiene casi 90 años y su condición mental se está deteriorando", explicó la abogada.
"Fritzl estaba y está todavía separado de todos los demás. Se ha retraído por completo y apenas sale de su celda. No quiere contacto con los demás, y en conjunto parece que se ha resignado a morir”, dijo un compañero de la prisión.
El austríaco Josef Fritzl, condenado a cadena perpetua por secuestrar y violar a su hija durante 24 años, recibió permiso para salir de la zona de alta seguridad donde estaba encarcelado.
Quién es el "Monstruo de Amstetten", el hombre que secuestró a su hija, la violó y tuvo siete hijos con ella
Para los ciudadanos de Amstetten, Fritzl era un abuelo honrado y trabajador. Trabajaba como electricista en Amstetten, un pequeño municipio a 100 km de Viena. Rosemarie, su mujer, tenía sólo 17 años cuando contrajeron matrimonio en 1956, y también con ella tuvo siete hijos, de los cuales Elizabeth era la mayor.
Fritzl secuestró a su hija el 29 de agosto de 1984, cuando ella tenía 18 años, en una especie de búnker de 40 m2 sin ventanas ni ventilación que había construido en el sótano de la propiedad familiar. Tenía varias puertas blindadas con cierre electrónico.
Sin luz solar, aire fresco y otras interacciones humanas, Elizabeth vivió 8.642 días de horrenda soledad, con violaciones casi diarias por parte de su padre, durante casi un cuarto de siglo hasta que finalmente pudo escapar.
Durante todos estos años, Fritzl continuó viviendo en las plantas superiores con su mujer, Rosemarie, quien nunca supo nada y estaba convencida de que su hija se había unido a una secta, según concluyeron los jueces.
Condenado en marzo de 2009, este electricista había sido detenido un año antes después de la hospitalización de uno de los siete niños nacidos de la relación incestuosa que mantuvo con su hija Elisabeth.
Tres hijos del incesto -Lisa, Monika y Alexander- fueron adoptados por “los abuelos” Josef Fritzl y su esposa. Fritzl había explicado a las autoridades que su hija Elisabeth que dejaba a los bebés junto a su puerta, con varios años de intervalo.
Elisabeth y los tres hijos que vivían encerrados con ella -Kerstin, Stefan y Felix, que tenían 19, 18 y 5 años en 2009- no vieron la luz del sol ni respiraron aire fresco hasta que fueron liberados.
Un séptimo niño, un mellizo, murió poco después de su nacimiento, en 1996. Según las investigaciones posteriores, Fritzl fue responsable de la muerte porque, "pese a haber tenido conciencia de que la vida del bebé corría peligro, descuidó pedir ayuda a terceros".
Los horrores del "monstruo de Amstetten" salieron a la luz en abril de 2008, cuando Kerstin, de 19 años, la mayor de la descendencia de los siete niños nacidos de Fritzl y su hija, tuvo que ser hospitalizada inconsciente y con una enfermedad misteriosa.
Elizabeth Fritzl fue secuestrada y violada entre 1984 y 2008 por su padre en una especie de búnker habilitado en el sótano de la propiedad familiar en Amstetten, un pequeño municipio a 100 km de Viena.
Josef Fritzl fue condenado en 2009: su hija, ya libre, se enamoró de un guardaespaldas
Sus vecinos, su esposa y sus hijos que vivían arriba con él, dijeron que no tenían idea de la doble vida de Fritzl y de los horrores inimaginables que ocurrían en el laberinto de habitaciones sin ventanas e insonorizadas debajo de su casa.
En marzo de 2009, Fritzl fue condenado el jueves a cadena perpetua e internamiento psiquiátrico por el asesinato de uno de los hijos que engendró a su hija Elizabeth. El hombre expresó después: "Lo lamento de todo corazón, ya no puedo hacer nada desgraciadamente".
Fritzl fue declarado culpable de todos los cargos retenidos en su contra: asesinato, incesto, violación, secuestro, coerción y esclavitud de su hija, que tuvo siete hijos de esa relación incestuosa durante los años en que permaneció cautiva en el sótano de su casa.
Durante los 24 años en los que Fritzl mantuvo cautiva a Elizabeth, continuó viviendo en las plantas superiores con su mujer Rosemarie que, según concluyeron los jueces, nunca supo nada y estaba convencida de que su hija se había unido a una secta.
Fue puesto tras las rejas de por vida en una prisión de alta seguridad para delincuentes con trastornos mentales, la prisión Stein, en Krems an der Donau, donde pasó los últimos quince años.
Elisabeth, de 56 años, sus seis hijos, que ahora tienen entre 21 y 35 años, así como su madre Rosemarie, que ignoraba la doble vida de su marido, viven ahora juntos en un apartamento preparado especialmente para ellos, lejos de los medios de comunicación y bajo vigilancia médica.
Los hijos de Elizabeth duermen en habitaciones con las puertas permanentemente abiertas después de someterse a sesiones de terapia semanales para eliminar los traumas que sufrieron dentro del sótano.
Su casa familiar de dos pisos está constantemente vigilada por CCTV y patrullada por guardias de seguridad, mientras que cualquier extraño que sea sorprendido merodeando cerca puede ser detenido por la policía en cuestión de minutos.
Entre 1984 y 2008, Elizabeth dio a luz a siete hijos, fruto de las violaciones de su padre. Uno murió en 1996 mientras tres fueron “adoptados” por Fritzl bajo falsos motivos. Los tres hijos no vieron la luz del sol ni respiraron aire fresco hasta que fueron liberados.
Un año después de escapar del cautiverio, Elisabeth encontró el amor con Thomas Wagner, un guardaespaldas de la firma austriaca de seguros A&T que había sido asignado para protegerla. Thomas, 23 años menor que Elisabeth, se mudó a vivir con ella y su familia.
En una entrevista el año pasado, Fritzl dijo que esperaba ver a su familia algún día y quería una reconciliación con su ex esposa, de 84 años. "Definitivamente creo que algún día los volveré a ver", dijo. "Entiendo a la gente que quiere que muera en la cárcel. Pero quiero experimentar la libertad algún día".
Según su abogada, “Fritzl es hoy completamente inofensivo”. “No tendría miedo de mudarme a un apartamento compartido con él o vivir en una casa con él. Ya no tiene deseo sexual. Se bloquea”, dijo al diario alemán Bild. “Se encuentra en su celda solitaria, ve mucha televisión, cultiva tomates, escribe sobre su vida como ingeniero eléctrico. Toma el sol entre los barrotes, hace gimnasia, se preocupa mucho por su figura y quiere vivir hasta los 100 años”.
La abogada que el “Monstruo de Amstetten” hoy “se arrepiente” de lo que hizo. “Dice que tiene pesadillas y se despierta en medio de la noche. No es un monstruo, sigue siendo humano. Cometió actos terribles durante años, deliraba y él mismo dice que estaba abrumado por su impulso sexual. Pero se arrepiente de sus acciones, en mi opinión muy sinceramente”.
