¿Qué se sabe de Elisabeth Fritzl, víctima del "Monstruo de Amstetten"?
Josef Fritzl encerró a Elisabeth durante 24 años, la violó en reiteradas oportunidades y tuvieron 7 hijos. La vida de la víctima después de la espeluznante pesadilla.
Joseph Fritzl y Elisabeth Fritzl. |
Twitter @agilekanoo
Josef Fritzl fue condenado el 19 de marzo de 2009 a prisión perpetua por secuestrar, encerrar y abusar sexualmente de su hija Elisabeth durante 24 años en un sótano de la ciudad austriaca de Amstetten. El ingeniero conocido como el "Monstruo de Amstetten" había logrado ocultar su doble y diabólica vida hasta que el caso salió a la luz por una circunstancia fortuita en abril de 2008.
Los vecinos de su calle, la Ybbsstrasse, lo describían como un hombre amable y cortés, pero un poco "autoritario" con su familia. Sin embargo Frizl -el ingeniero austríaco de ojos azules- llevaba su atroz y escalofriante "doble vida" desde 1978. La víctima de su macabro plan fue su propia hija, Elisabeth Fritzl.
¿Dónde están Elisabeth Fritzl y sus hijos?
Elisabeth Fritzl.
Elisabeth Fritzl nació el 6 de abril de 1966 y sobrevivió al espeluznante calvario del cautiverio y los reiterados actos de abuso cometidos por su padre, Josef.
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La mujer permaneció encerrada en un sótano durante 24 años y como resultado de las violaciones concibió un total de siete hijos, uno de los cuales falleció por problemas respiratorios, horas después del parto.
Según precisaron fuentes de la investigación, fue el 28 de agosto de 1984 cuando Josef Fritzl llamó a su hija Elisabeth (quien tenía entonces 18 años), al sótano de la casa familiar, con la excusa de ayudarlo a transportar una puerta al sótano en cuestión, que al parecer estaba siendo refaccionado.
Con una toalla humedecida en éter, el delincuente dejó inconsciente a su hija y desde entonces la mantuvo encerrada y abusó de ella en reiteradas ocasiones.
Tres de los hijos que tuvo Elisabeth fueron criados por su madre Rosemarie, quien fue engañada por el abusador tras hacerle creer que su hija "desaparecida" los había dejado en la puerta.
Los tres hijos restantes de Elisabeth fueron criados por ella misma mientras permanecía cautiva en el sótano.
El 26 de abril de 2008, a la edad de 42 años, Elisabeth recuperó inesperadamente su libertad, después de que uno de sus hijos cayera inconsciente y Josef accediera a buscar asistencia médica para el niño.
Elisabeth pudo ser liberada después de que el personal médico alertara a las autoridades sobre la situación de la mujer. Luego, ella misma reveló a la policía las aterradoras experiencias que padeció, lo que derivó en la condena posterior de Josef Fritzl, hacia marzo de 2009.
Elisabeth recibió un nuevo nombre tras el juicio de Josef, durante el cual se introdujeron leyes estrictas para preservar su identidad.
De acuerdo con el diario Daily mail, la mujer hoy vive con sus seis hijos en una pequeña aldea localizada en un campo de Austria, que tampoco puede ser identificada. Conforme a la disposición de absoluta privacidad, los medios austriacos se refieren al lugar como "Village X".
Lo poco que se sabe de los hijos de Elisabeth (que en enero de 2024 tienen entre 21 y 35 años) es que durante estos años, por recomendación de sus terapeutas, durmieron en habitaciones con las puertas permanentemente abiertas para superar los traumas que sufrieron dentro de la larga experiencia de encierro en el sótano.
Según las investigaciones, Fritzl comenzó a remodelar el sótano cuando su hija Elizabeth tenía 12 años y desde aquel entonces habría comenzado la secuencia de abusos a la niña.
La estrategia del peligroso agresor para encerrar a su hija consistió en pedirle ayuda para transportar una puerta que iba a colocar en el sótano, recientemente refaccionado.
En agosto de 1984, cuando la joven tenía 18 años, su padre la encerró, haciéndole creer a su esposa Rosemarie y a las autoridades que su hija se había escapado y adherido a una secta.
Y como prueba, obligaba a Elizabeth a escribirle cartas en las que le pedía que dejara de buscarla.
Detención de Josef Fritzl.
Fritzl "quería formar una segunda familia y estaba seguro de poder mantenerlo en secreto", explicó su abogado defensor Rudolf Mayer.
Rosemarie, su mujer, tenía sólo 17 años cuando contrajeron matrimonio en 1956. Otra similitud sorprendente fue que también tuvo siete hijos con su esposa y gemelos en quinto y sexto lugar, como con Elizabeth.
Con el pretexto de que trabajaba en electrónica en su taller subterráneo (en efecto, Fritzl era ingeniero electricista), había prohibido a su familia que bajara al sótano, donde pasaba noches enteras, según sus allegados, que aseguraron que desconocían la faceta oscura de Fritzl.
"Personalidad de patriarca superpoderoso": la mirada de los especialistas del caso
Criado por su madre soltera en el seno de una familia autoritaria y pronazi, Josef Fritzl "compensó la ausencia de su padre desarrollando una personalidad de patriarca superpoderoso", según el psiquiatra Reinhard Haller.
Fritzl sabía que "sólo podría obtener por la fuerza que la gente lo quisiera", afirmó su abogado. "Quiso a Elizabeth a su manera", agregó el letrado en declaraciones a la agencia de prensa austríaca APA.
En aquel sótano de 40 metros cuadrados, sin ventanas ni ventilación, aislado por varias puertas blindadas cerradas mediante dispositivos electrónicos, la joven sufrió un calvario inimaginable. Como resultado de las reiteradas violaciones, dio a luz, sola, a siete niños. Uno de ellos, un gemelo, murió en 1996 horas después del parto por graves problemas respiratorios.
Al día siguiente de su detención, el 26 de abril de 2008, Fritzl, apodado por la prensa austríaca el "monstruo de Amstetten", reconoció los hechos e inclusive confesó que había incinerado el cuerpo del bebé.
Fritzl fue condenado a cadena perpetua e internamiento psiquiátrico por el tribunal de Sankt Polten, 60 km al oeste de Viena, que retuvo los seis cargos que pesaban en su contra: asesinato, incesto, violación, secuestro, coerción y esclavitud de su hija.
"Lo lamento de todo corazón, ya no puedo hacer nada desgraciadamente", declaró Fritzl horas antes de que el tribunal anunciara su veredicto.
Teniendo en cuenta su edad y el cuadro actual de demencia, el caso podría ser revisado y de este modo Josef Fritzl tendría el camino allanado para acceder a la libertad condicional.
