El papa Francisco y decenas de miles de fieles desafiaron una tormenta de lluvia durante la misa de Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice quedó protegido de la lluvia por un toldo afuera de la Basílica de San Pedro, mientras que los prelados llevaban paraguas en los colores amarillo y blanco del Vaticano. Después de varios días de temperaturas cálidas y sol, Roma fue afectada el domingo por tormentas de lluvia y lo fieles llevaban puestas capas y sostenías paraguas durante la misa.
Durante esta ceremonia, el papa los alentó a ir más allá de su "comodidad" y echar la indefencia de sus vidas.
Según consignó Vatican Insider, imploró por la paz en el mundo. “Imploremos al señor resucitado la gracia de no ceder al orgullo que fomenta la violencia y las guerras, sino que tengamos el valor humilde del perdón y de la paz. Pedimos a Jesús victorioso que alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre, así como de todos los que padecen injustamente las consecuencias de los conflictos y las violencias que se están produciendo y que son tantos”, sostuvo.
En particular, pidió rezar por Siria e Irak, para que "cese el fragor de las armas" y se restablezca una buena convivencia entre los diferentes grupos que conforman estos amados países. Instó a la comunidad internacional a no permanecer inerte ante la “inmensa tragedia humanitaria” dentro de esos países y “el drama de tantos refugiados”.
Imploró la paz para todos los habitantes de Tierra Santa y deseó que crezca entre israelíes y palestinos la cultura del encuentro y se reanude el proceso de paz, para poner fin a años de sufrimientos y divisiones.
Asimismo, según el medio especializado italiano, recordó a los estudiantes asesinados por terroristas en Kenia y pidió libertad para todos los seres humanos, especialmente para las víctimas de la droga y de las organizaciones criminales.
"Que a los marginados, los presos, los pobres y los emigrantes, tan a menudo rechazados, maltratados y desechados; a los enfermos y los que sufren; a los niños, especialmente aquellos sometidos a la violencia; a cuantos hoy están de luto; y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, llegue la voz consoladora del Señor Jesús: Paz a vosotros. No temáis, he resucitado y siempre estaré con vosotros”, concluyó.
Cristianos de todo el mundo y en Tierra Santa celebraron este domingo, que conmemora el día en que los fieles creen que Jesús resucitó en Jerusalén hace 2.000 años. La Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén estaba repleta de fieles el domingo. Este es el lugar donde los cristianos creen que Jesús fue crucificado, enterrado y entonces resucitó.