"Nuestro corazón esta noche está en Belén", dijo el Papa Francisco en la misa de Nochebuena celebrada este domingo en la Basílica de San Pedro mientras las operaciones militares israelíes contra Hamás se intensificaron este domingo.
"Esta noche, nuestros corazones están en Belén, donde el Príncipe de la Paz es una vez más rechazado por la lógica inútil de la guerra, por el choque de armas que aún hoy le impide encontrar un lugar en el mundo", dijo el Papa.
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El discurso de Francisco nunca mencionó a Israel o Gaza por su nombre, pero hizo numerosas referencias a la violencia y la guerra.
Argumentando que la justicia no vendría "de una demostración de fuerza", el pontífice afirmó que Jesús "no elimina la injusticia desde arriba con una demostración de fuerza, sino desde abajo, con una muestra de amor".
"Él no irrumpe en escena con un poder ilimitado", dijo, hablando en italiano con una traducción oficial en siete idiomas.
Durante su oración semanal del Ángelus el domingo anterior, el Papa dijo que "estamos cerca de nuestros hermanos y hermanas que sufren por la guerra: estamos pensando en Palestina, en Israel, en Ucrania".
El día de Navidad, el pontífice encabezará la tradicional oración "Urbi y Orbi", durante la cual normalmente mencionará los conflictos en todo el mundo.
Francisco celebró la misa de Nochebuena con la mirada en Belén, donde la Navidad se canceló
A unas horas de la Navidad, la tristeza predominó en Belén, la ciudad donde nació Jesús según la tradición cristiana, situada en Cisjordania, una región ocupada por Israel desde 1967.
Los cristianos palestinos -unos 50.000, de los cuales cerca de mil viven en Gaza- tienen la atención puesta en la guerra y la alcaldía de Belén canceló gran parte de las celebraciones.
La ofensiva israelí en la Franja de Gaza apaga la Navidad en Belén
Este año la ciudad está casi desierta, con pocos fieles alrededor y ningún árbol de Navidad erigido, después de que los líderes de la iglesia decidieron renunciar a "cualquier celebración innecesariamente festiva" en solidaridad con los habitantes de Gaza.
"Es difícil celebrar algo en un momento en que nuestro pueblo está muriendo", dijo Nicole Najjar, una estudiante de 18 años entrevistada en una plaza del Pesebre desierta.
El Patriarca de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, afirmó al llegar a Belén que "el mensaje de Navidad no es la violencia, sino la paz". "Queremos la paz, sobre todo para los palestinos que la esperan desde hace demasiado tiempo", añadió.
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre tras una incursión de milicianos islamistas que mataron a unas 1.140 personas en el sur de Israel, en su mayoría civiles, según datos oficiales israelíes. Los comandos también secuestraron a unas 240 personas, de las cuales 129 siguen cautivas en Gaza.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y lanzó una ofensiva terrestre y aérea contra el territorio palestino de cerca de 2,4 millones de habitantes, gobernado por Hamás desde 2007.
Según Hamás, considerado como organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, la ofensiva israelí ya se cobró la vida de 20.424 personas, en su mayoría mujeres y niños.
Los bombardeos del ejército de Israel también afectaron las iglesias cristianas de la Franja de Gaza, donde se refugiaron unos 1.000 palestinos cristianos.
