Merced a los ya tradicionales encuentros con la prensa internacional a bordo del avión que traslada al Papa Francisco por el mundo, los periodistas preguntaron al Sumo Pontífice más detalles sobre su reacción ante el inesperado regalo que el presidente de Bolivia Evo Morales le entregó al Papa: una cruz de Jesús ensamblada al emblema comunista de la hoz y el martillo.
Llegado el turno de preguntar de la corresponsal de La Nación, Elisabetta Piqué, se le preguntó al Papa "¿qué sintió cuando vio esa hoz y el martillo con el Cristo encima?" y "¿dónde está ese objeto ahora?".
Con la cordial simpatía que lo caracteriza, el papa argentino justificó en cierto modo su primera reacción al lanzarle a Evo: "Eso no está bien". Y amplió ahora a bordo del avión: "Cuando lo vi para mi fue una sorpresa", y agregó: "Primero, no conocía esto y no sabía que el padre Espinal era escultor y poeta encima, lo supe en estos días.. Segundo, se puede calificar como el género del 'arte de protesta'".
Luego recordó el ejemplo de León Ferrari con su reconocida mundialmente "La civilización occidental y cristiana" (1965), la obra del Cristo montado en un avión de guerra. "En Buenos Aires, hace algunos años atrás fue exhibida una muestra de un escultor bueno, creativo, argentino que ahora está muerto. Era arte de protesta (...). Era una crítica del cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea".
Y argumentó: "Entonces primero yo no sabía nada, segundo yo lo calificaré como arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo. Tercero: El padre Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el cual la teología de la liberación tenía muchas ramas. Una de esas ramas proponía el análisis marxista de la realidad. Padre Espinal pertenecía a esto (...). Hagamos la hermenéutica en aquella época, aquí no. Espinal era un entusiasta de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo. De esto vino esta obra que, también las poesías de Espinal eran de ese género, de protesta pero era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba, él tenía buena fe. Haciendo una hermenéutica como esta lo comprendo. Para mi no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica y lo digo a ustedes para que no existan interpretaciones".
Ante las versiones periodísticas que indicaban que la cruz comunista había sido dejada en Bolivia junto con las otras condecoraciones, el Papa explicó: "La traigo conmigo. El presidente Morales quiso darme dos condecoraciones, la más importante de Bolivia y la otra es la Orden del padre Espinal, un nuevo orden. Si yo me los llevo: bueno, primero, jamás recibí una condecoración, no me viene. Él lo hizo con buena voluntad y con el gusto de darme un gusto y pensé que esto viene del pueblo de Bolivia y recé para saber qué hacer con esto. Si me lo llevo al Vaticano irán a parar al Museo, terminará ahí y ninguno jamás las verá entonces pensé en dejárselo a la Virgen de Copacabana, la madre de Bolivia, y las dos condecoraciones que he recibido irán al santuario de Copacabana".
"En cambio el Cristo lo traigo conmigo. Gracias". concluyó en el diálogo que mantuvo con La Nación.
