En un controvertido paso del que los oponentes dicen que eventualmente podría dividir al país, la iniciativa del primer ministro canadiense, Stephen Harper, de reconocer a Quebec como nación fue aprobada decisivamente en el Parlamento el lunes.
El miércoles pasado, Harper asombró a los observadores políticos al impulsar la moción, que requería que el Parlamento le diera a Quebec un estatus cultural especial dentro de la federación canadiense y que el lunes por la tarde derivó en la renuncia de uno de los miembros de su gabinete.
Según Harper, la cuestión era simple: "¨¿Los quebequenses conforman una nación dentro de una Canadá unida? La respuesta es sí. ¨¿Los quebequenses conforman una nación independiente de Canadá? La respuesta es no y siempre será no".
La moción del Partido Conservador se armó sobre iniciativas similares de preparación en curso por el separatista Bloque Quebequés (BQ) y los liberales.
El proyecto de ley fue aprobado en la noche del lunes por 266 votos contra 16. Con el resultado, el líder del BQ, Gilles Duceppe, consideró que mientras ahora son una nación dentro de Canadá, la provincia se convertirá en una nación y en país soberano en un futuro cercano.
Comunidades aborígenes de Canadá reaccionaron con enojo a la moción. Phil Fontaine, jefe nacional de la Asamblea de Primeras Naciones, dijo que si Quebec merece un reconocimiento especial, entonces también lo merecen los aborígenes de Canadá.
A modo de protesta, el lunes por la tarde dimitió el ministro conservador Michael Chong. "Creo que reconocer a los quebequenses como una nación, incluso dentro de una Canadá unida, no es menos que el reconocimiento de un nacionalismo étnico", consideró.
Gerard Kennedy, un candidato para el liderazgo en los Liberales, también criticó la iniciativa. "Esto no es una cuestión pequeña, esto es sobre la identidad del país. No se deberían jugar juegos con ello", dijo Kennedy en vísperas de una convención partidaria en Montreal.
La decisión del lunes se inscribe como un capítulo más en el debate sobre el lugar de Quebec en una confederación canadiense.
Alrededor del 80 por ciento de los 7,65 millones de personas en la provincia oriental de Canadá hablan francés como lengua madre. Para la mayoría de los otros 25 millones de canadienses, el inglés es el idioma que predomina.
Hace ya largo tiempo que la provincia viene buscando más poder para defender su bagaje cultural y lingüístico. Los federalistas canadienses de línea dura consideran que la identidad diferente de Quebec no debería requerir un estatus especial y que el gobierno central es capaz de defender la diversidad de la provincia. El tema ya había sido propuesto al pueblo de Quebec en dos referendos.
Fuente: dpa