José Luis Calva, el “poeta caníbal” mexicano acusado de matar a dos de sus novias, tenía una compleja personalidad en la que combinaba a dos grandes personajes de terror de la pantalla grande: Norman Bates, que asesinaba a las parejas rechazadas por su madre, y Hannibal Lecter, quien se comía a sus víctimas, explicó una fiscal que investiga el caso.
Según la encargada de la fiscalía de la Ciudad de México de elaborar su perfil psicológico, Patricia Payán, Calva estaba obsesionado por el carácter dominante de su madre, al igual que Bates, el protagonista de Psicosis, la novela de Robert Bolch, que luego fue llevada al cine por Alfred Hitchcock.
“Todas las mujeres que él conocía se las llevaba a su mamá. Sin embargo, cuando a la señora no le parecía bien la relación, él la terminaba", explicó Payán durante un foro sobre canibalismo en la capital mexicana, el segundo desde que fue detenido el “poeta caníbal”.
Así les pasó a sus hasta ahora dos únicas víctimas consideradas probadas, pues, “como la madre no le da el visto bueno en esas relaciones, debe terminar con la vida de esas mujeres”, indicó Payán.
La última víctima apareció descuartizada el día de la detención de Calva en su departamento, en cuyo refrigerador se hallaron una mano, una pierna y la piel de un brazo, restos de carne en la sartén y el antebrazo cocinado en una caja de cereales en el cesto de la basura.
Aunque él asegura que no probó la carne humana sino que se la estaba dando de comer a sus perros, la policía está convencida de que practicó la antropofagia.
"En la mesa encontramos un menú muy selecto: restos de sopa, una latita de cerveza, un platito con dos tenedores donde presumimos que probó el antebrazo, lo cual lo hizo con salsa valentina (picante) y limón. Presumimos que no estaba muy buena y por eso la tiró", relata Payán.
Sobre los motivos que lo llevaron a matar por estrangulación y descuartizar a su víctima, Calva "refiere que sentía mucho coraje (ira) porque lo utilizaba como objeto sexual", aunque niega haber matado a otra ex novia que apareció en 2004 también troceada.
Sin embargo, un cómplice y amante de Calva en esa época confesó el pasado fin de semana haberle ayudado a deshacerse del cadáver.
Además, la policía acusa a Calva, de 40 años, de haber matado a una prostituta cuyo cuerpo apareció mutilado meses atrás cerca del lugar donde él vivía, y sospecha que cometió más crímenes, porque considera que el detonante de su actitud psicópata y de su adicción a las drogas comenzó en 2001.
Ese año, su pareja y madre de dos de sus hijas lo abandonó para irse con su ex socio en una empresa de seguridad, en la que le había "hecho una jugarreta" (en palabras de Payán), dejándolo en la ruina.
Este hecho y la relación enfermiza con su madre, que lo maltrató desde que era pequeño, determinaron su carácter asocial, pues no sólo se drogaba sino que además robaba con arma de fuego y cometía abusos sexuales contra mujeres.
Esto no impidió que el "poeta caníbal" –denominado de esta manera porque se presentaba ante sus víctimas como escritor y las agasajaba con flores y poemas de su creación–, tuviera también una autoestima desmedida, afirmó Payán.
La agente lo entrevistó en el hospital donde estuvo ingresado a causa de las heridas que se hizo al intentar huir el 8 de octubre, cuando la policía llegó a su domicilio, hasta que el miércoles fue trasladado a prisión.
Calva aprovechó que su departamento estaba oscuro, al mejor estilo de la película "El silencio de los inocentes", para escapar de los agentes que habían acudido investigando la desaparición de su novia. Saltó desde un cuarto piso y despúes fue atropellado por un taxi.
Cuando fue cuestionado por Payán, le respondió: "Me aventé (tiré) de un cuarto piso, pero la mano de Dios me detuvo; posteriormente me atropelló un auto, pero la mano de Dios me detuvo. ¿Qué siginifica esto? Que soy una persona importante para el 'Jefe'" (Dios).
En el foro sobre canibalismo, el experto en asesinatos seriales del Instituo Nacional de Ciencias Penales, Martín Barrón, leyó un poema de Calva que decía sobre la Ciudad de México: "Creo que soy el dueño de ella / salgo y devoro las calles en mi auto / voy como centella / ... / Soy el amo de la noche".