A poco de cumplirse una semana del asesinato del músico Facundo Cabral, el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, consideró "resuelto" el caso al probarse que disparos estaban dirigidos al empresario que acompañaba al argentino, Henry Fariñas.
Con la detención de los sicarios Elkin Vargas Hernández y Wilfredo Alan Stockes Arnold "se ha esclarecido el hecho, aunque estén pendientes las capturas de otros involucrados", sostuvo en su programa de radio. El gobierno guatemalteco consideró que el conflicto entre el empresario nicaragüense y los atacantes estaría vinculado con el narcotráfico.
Por su lado, el ministro del Interior del país, Carlos Menocal, señaló que "ahora falta llegar hasta la autoría intelectual y por qué enviaron a matar a Fariña", herido de gravedad tras el ataque. Los presuntos responsables del asesinato habían quedado registrados por las cámaras de seguridad del Hotel Tikal Futura observando de cerca a Fariñas.