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Hasan rohani

El presidente de Irán asumió ante el ayatolá

Tras la polémica por las supuestas críticas a Israel, el sucesor de Ahmadinejad comenzó su mandato. El clérigo es considerado un reformista y prometió “nuevos pasos” para Teherán.

Cambio de mando. Hasan Rohani asumió ayer el poder de Irán en la ceremonia realizada en Teherán junto al ex presidente Mahmoud Ahmadinejad y al ayatolá Jamenei.
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AFP/AP/DPA
Desde Teheran
Envuelto por la polémica tras sus supuestas declaraciones contra Israel, el presidente electo de Irán, Hasan Rohani, asumió ayer su mandato y prometió “nuevos pasos” para la “remoción de las brutales sanciones actuales” contra su país.
El clérigo, de 64 años, juró en una ceremonia realizada en la sala Imán Jomeini, en el palacio del guía supremo de la Revolución Islámica Ali Jamenei, en Teherán. En ese acto, el sucesor de Mahmoud Ahmadinejad recibió el nombramiento de manos del ayatolá, la máxima autoridad del régimen iraní. “La elección de un hombre competente que servió durante tres décadas al establecimiento islámico y resistió ante los enemigos como religioso es prueba de un mensaje de fidelidad al régimen y de confianza en el clero”, escribió Jamenei, en una declaración leída por su jefe de gabinete.
Rohani es una incógnita para Occidente. De perfil moderado, ocupó diversos cargos de poder en Irán y se ganó la fama de hábil diplomático. Fue vicepresidente del parlamento y responsable de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, entre 2003 y 2005. En ese período, el actual jefe de Estado aceptó suspender el enriquecimiento de uranio y ratificar el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación (TNP), que autoriza la posibilidad de inspecciones sin previo aviso de las instalaciones nucleares.
Con esa decisión, se ganó el respeto de las potencias occidentales, pero la dirigencia conservadora iraní lo acusó de haber caído bajo el “encanto de la corbata y del agua de colonia de Jack Straw”, entonces ministro británico de Relaciones Exteriores.
Aunque en la campaña electoral que lo llevó a la presidencia Rohani aseguró que estaba a favor de una mayor flexibilidad con Occidente para poner fin a las sanciones económicas, sorprendió el viernes a la comunidad internacional al sostener, según las agencias de noticias iraníes Isna y Mehr, que Israel es “una herida que debe desaparecer”. Horas después, esa declaración fue desmentida por la televisión estatal Press TV.
“Mi gobierno no será un gobierno de compromiso y rendición en materia nuclear, pero no seremos tampoco temerarios”, afirmó durante el debate electoral, al sostener que pretende ser una “continuidad” de las presidencias de los moderados Rafsanjani y Jatami. De esa forma, le reprochó a Ahmadinejad por haber provocado la hostilidad de las potencias occidentales.
Rohani escogió como símbolo de su campaña una llave, que según él abrirá la puerta a las soluciones de los problemas del país. Sin embargo, según la Constitución iraní, la capacidad de acción del presidente está limitada en los temas estratégicos, como en el caso del programa nuclear, que está bajo el control del Guía Supremo Jamenei.
Aunque es difícil que haya cambios en la política nuclear, la sociedad iraní ve factibles reformas políticas y económicas en el frente interno. Rohani podría finalizar con la represión antirreformista que emprendió Ahmadinejad en los últimos cuatro años, tras su polémico triunfo en las controvertidas elecciones de 2009, cuando la oposición y los jóvenes del Movimiento Verde denunciaron fraude. No se descarta, por ejemplo, la liberación de algunos disidentes, entre ellos los dos ex candidatos presidenciales Mir Hossein Mussavi y Mehdi Karrubi, que están detenidos en arresto domiciliario.
El nuevo presidente tiene el rango de “signo del islam” y usa un turbante blanco. Es un ferviente defensor del fundador de la República Islámica, el ayatolá Jomeini, incluso antes de la revolución de 1979. Convencido de la necesidad de un Estado chiita que promocione el islam, Rohani jura hoy en el Parlamento.