El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llevó a cabo este miércoles en su primer discurso ante el Congreso, en la víspera de cumplir con los primeros y simbólicos 100 días en el poder. En su intervención, hizo referencia al avance del país durante la pandemia, el plan de vacunación por el coronavirus, la situación de los inmigrantes y relación con demás naciones, entre otros tópicos
Biden fue recibió con un aplauso al entrar al Capitolio, localizado en Washington, bienvenida alejada del estruendo que suele acompañar a los mandatarios en esta ceremonia. Al subir al podio, procedió a saludar la vicepresidenta Kamala Harris y la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. "Ya era hora", precisó dando comienzo a su discurso.
Desarrollo durante la crisis pandémica
"El país está avanzando de nuevo", acentuó el presidente de EE.UU, para luego mencionar un proyecto de inversión de 1,9 billones de dólares que aprobó el Congreso con apoyo de las bancadas oficialistas y opositoras. Sin embargo, aseguró que el Poder Ejecutivo debe seguir liderando una recuperación económica "que no puede limitarse a volver a la situación previa a la pandemia".
Asimismo, y respecto de posibles proyecciones de crecimiento, detallo: "El FMI estimó que nuestra economía crecerá un 6%. No podemos detenernos ahora. Estamos en un momento de inflexión frente a la competencia de países como China". Concluyendo con este tópico, propuso "hacer una inversión como la que se hace una vez en una generación".
Creación de empleos
Poniendo el foco en las "familias estadounidenses", Biden mencionó una "inversión histórica" en educación y en la infancia, prevista por un billón de dólares. Reconoció: "Este plan está orientado a crear millones de empleos. El 90% de ellos están pensados sobretodo para personas sin una titulación universitaria".
"Yo sé que algunos de ustedes en casa se preguntan si estos empleos son para ustedes, ustedes se sienten dejados atrás y olvidados en una economía que está cambiando rápidamente", precisó. Para poder financiarlo, propuso cancelar los recortes de impuestos para los más ricos aprobados en la administración de Donald Trump, y aumentar los impuestos para los más ricos.
Impuesto a las riquezas
Bajo la misma línea, defendió que las empresas y los más ricos deben pagar "su justa parte". Según fuentes oficiales, dejó una promesa: "ningún estadounidense que gane menos de 400.000 al año verá aumentar sus impuestos". El plan requiere de la aprobación de un Congreso que actualmente no está del todo de acuerdo con una leve mayoría de los demócratas.
El discurso marca el inicio de un agrio debate dentro del Capitolio, ya que si bien su plan de alivio para una economía muy lastrada por la pandemia por 1,9 billones de dólares logró superar los obstáculos, el debate sobre su gigantesco plan de infraestructura y su reforma educativa generan más divisiones.
Vacunación contra el COVID
Retomando el tópico "pandemia" a mediados de su discurso, resaltó una vez más: "Ahora, después de sólo 100 días le puedo reportar al país, que Estados Unidos está avanzando de nuevo". Afirmó que cuando llegó al poder heredó un país en crisis con la peor pandemia de la historia y la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
Señaló también que a través de esta campaña de inoculación se ha logrado que más de la mitad de la población adulta haya recibido ya al menos una dosis y que desde enero las muertes por el covid-19 han caído en un 80%. "Gracias a ustedes, nuestro progreso en estos 100 días contra una de las peores pandemias de la historia es uno de los éxitos logísticos más grandes", remarcó.
Relaciones internacionales
Biden dejó en claro a Putin que no desea una escalada del conflicto entre EEUU y Rusia. Sin embargo, advirtió que cualquier acción de Moscú tendrán consecuencias. “Respondí de manera directa y proporcionada a la interferencia de Rusia en nuestras elecciones y a los ciberataques a nuestro gobierno y empresas”.
Cambiando el foco de la discusión a su "tensa" experiencia con otras naciones, dijo: “Trabajaremos con nuestros aliados para responder a las amenazas que suponen Irán y Corea del Norte a través de la diplomacia y una férrea disuasión”. De esa manera, dejó abierta la posibilidad de un quebrantamiento con los lazos que lo atan a dichos países.
Refugio para inmigrantes
"Vamos a terminar esta agotadora guerra sobre la inmigración. Los políticos han hablado sobre reforma migratoria y no hemos hecho nada. Ahora es hora de arreglarlo", anticipó el presidente de Estados Unidos, quien al igual que para los demás proyectos antes mencionados, precisa del apoyo republicano si quiere tramitar este tipo de iniciativas.
En sus últimas palabras antes de finalizar, encomendó a la vicepresidenta Kamala Harris atender la creciente llegada de migrantes del Triángulo Norte centroamericano a la frontera, que los republicanos denuncian como una "crisis". Destacó que la mayoría de las personas huyen, lo hacen a causa de la violencia, situaciones económicas irreversibles y desastres naturales.
Los discursos presidenciales en el Capitolio están marcados por la pompa y la solemnidad, pero este año, la ceremonia que comenzó a las 21 (hora de Washington) se desarrolló en un ambiente particular, marcado por la pandemia. En lugar de las 1.600 personas que suelen asistir, el aforo fue de 200. Y los legisladores debieron proponer una lista de invitados, pero "virtual".
JFG