El príncipe Harry de Inglaterra será entrenado para una intervención militar en el frente, según publicó el diario británico The Sun.
El tercer hombre en la línea de sucesión por el trono británico estará al mando durante los fines de semana de un ejercicio de un grupo de doce soldados de su regimiento, el Blues and Royals. Así, el regimiento del príncipe será enviado el año que viene a Irak o Afganistán.
La decisión permite al príncipe, de 22 años, quedar más cerca del envío a Kabul o Bagdad, algo que buscaba desde su graduación a comienzos del año de la Academia militar de Sandhurst de Inglaterra.
“Es muy significativo que Harry participe en este ejercicio para intervenciones en el extranjero”, afirmó una fuente que no fue identificada pero que el Sun publicó de todos modos.
Hasta el momento, los comunicados oficiales de la Realeza británica sostienen que su heredero no puede participar en enfrentamientos bélicos. Sin embargo, los comandantes del regimiento de Harry determinaron que es “demasiado peligroso para él y para sus hombres”. Al parecer, el príncipe amenazó entonces con abandonar las fuerzas armadas.
Los ejercicios militares secretos, llamados “Operación Wessex Warrior”, continuarán en los campos de Salisbury, en el condado de Wiltshire, donde Harry deberá vestir un uniforme especial de rayos láser, para saber si ha sido “atacado”.
“Este es el primer rol de Harry desde que se convirtió en oficial de los Blues and Royals. Es muy significativo que el príncipe haya quedado a cargo de un contingente que debe prepararse para viajar al extranjero”, declaró una fuente militar al diario. También agregó: “Sus colegas consideran que esto es evidencia de que será enviado a luchar al exterior”.
En ese sentido, los guardaespaldas de Harry han sido advertidos que podrían viajar con el príncipe a Irak o Afganistán. Por su parte, la residencia oficial del príncipe Carlos y sus hijos, Clarence House, se negó a confirmar si Harry será enviado a luchar al extranjero con el resto de su contingente.