afp/ap
El secuestro de la periodista venezolana Nairobi Pinto, jefa de corresponsalías del canal de televisión Globovisión, ha provocado una ola de condenas y pedidos por su liberación en un país en el que la violencia delictiva provoca miles de muertos al año. Pinto fue secuestrada por dos encapuchados armados, el domingo pasado y a plena luz del día, cuando llegaba a su casa, en Caracas. Periodistas, familiares, políticos y artistas pidieron la liberación de la joven, a través de fotografías que circularon por las redes sociales en las que se los ve portando carteles con la leyenda “#liberenanairobi”, una etiqueta que se convirtió en tendencia en Twitter. Dejaron mensajes, entre otros, el popular cantante de salsa Oscar De León y el líder opositor Henrique Capriles. Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección del Periodista (Conapro) reclamó a la Policía Científica una investigación “oportuna” y “sin sesgo” del secuestro. Marcos Ruiz, de la Conapro, pidio que “no se deje por fuera ninguna posibilidad dentro de las múltiples hipótesis que podría manejarse en torno al secuestro” de Pinto, cuyos captores no se comunicaron con la familia. El ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, dijo que se manejan datos como que en los alrededores del domicilio de Pinto, en el noreste de Caracas, hubo un intento de secuestro y robos en los últimos días, por lo que se cree que no fue un secuestro político.
Desde Caracas