La principal cualidad de un tren bala es, como su nombre lo indica, la rapidez. Sin embargo, en Johannesburgo, sede de la final del Mundial de Sudáfrica 2010, días antes del comienzo del torneo se inauguró el Gautrain, un tren de alta velocidad que viaja a menos de 100 kilómetros por hora.
Perfil.com se subió a la flamante formación que une el aerpuerto internacional O.R. Tambo con el exclusivo barrio de Sandton y fue testigo de que el Gautrain en realidad es un tren bastante lento, en todo sentido.
Los carteles que lo promocionan en las principales autopistas de Johannesburgo afirma: “Gautrain, 160 km por hora. En 12 minutos al aeropuerto”. No mencionan que el proyecto del tren bala está todavía a medio hacer y que hacer la cola para obtener la tarjeta magnética que se necesita para viajar toma, por lo menos y con suerte, 25 minutos. Es decir 10 minutos más que todo el viaje al O.R. Tambo. Esa es la imagen con la que uno se topa al bajar por las escaleras mecánicas de la estación de Sandton: una fila interminable de personas aguardan, la mayoría con sus bolsos listos para ir al aeropuerto, para sacar su boleto electrónico.
Después de la espera, que por momentos se hace eterna, resurge un nuevo problema. La mayoría de las máquinas rechazan los billetes. Los empleados del Gautrain, con sus uniformes nuevos ponen su mejor cara, intentan meter ellos los rands, pero no hay caso; las expendedoras los escupen. Es momento de pasar por ventanilla y hacer otra fila para pagar los 105 rands (poco más de 50 pesos argentinos) que cuesta el viaje al aeropuerto, ubicado a unos 40 kilómetros.
El precio del viaje en tren bala es más que razonable si se tiene en cuenta que los taxis en Sudáfrica son muy caros. A 15,50 rands el kilómetro, el precio que marcan los taxímetros bafana, el trayecto para una persona desde Sandton hasta el aeropuerto saldría 620 rands (310 pesos argentinos).
Con la tarjeta en mano, se bajan cuatro escaleras mecánicas para llegar, después de cerca de media hora de espera, a la estación. Viajar en el tren bala de Johannesburgo es cómodo: hay muchos asientos disponibles, aunque hay algunas prohibiciones: no se puede fumar, no se puede viajar con mascotas y si alguien espera comprar algo arriba del vagón se verá frustrado, la venta ambulante está prohibida en el Gautrain.
Arriba del tren, los tiempos y la velocidad no son los prometidos. En el viaje que realizó Perfil.com el Guatrain no alcanzó nunca los 100 kilómetros por hora y transcurridos 15 minutos el tren recién llegó a la estación de Rhodesfield, una zona ubicada a unos kilómetros del aeropuerto y tardó 30 minutos, más del doble del tiempo programado, en llegar al destino final. Con estaciones vacías e inaugurado a las apuradas, el principal problema del Gautrain es el clima que le impide alcanzar su velocidad óptima (160 km/h).
Debido a las bajas temperaturas que se vivieron durante toda la Copa del Mundo, el debut del tren bala, en el que se invirtieron más de 5.300 millones de dólares, no fue el ideal. El frío, otro de los grandes protagonistas de Sudáfrica 2010, le impidió circular a alta velocidad: desde hace un mes es una tren bala que viaja a 60 kilómetros por hora, como un auto en segunda.