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El último gran revolucionario

Como líder del pueblo cubano, "convivió" con 13 presidentes estadounidenses y sobrevivió a 638 planes de asesinato. Hoy, tras cinco décadas en el poder, renunció a la presidencia de Cuba.

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Líder del último gobierno comunista de Occidente, Fidel Castro, de 81 años, mantuvo el poder durante casi medio siglo y escapó a 638 planes de asesinato, pero en el último año y medio libró una batalla contra la muerte, golpeado por un estado de salud que hoy lo llevó a renunciar a la presidencia de Cuba.

"No aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", afirmó el líder cubano en un artículo publicado en la edición digital de Granma, diario oficial del Partido Comunista.

La última batalla de Castro empezó la noche del 31 de julio de 2006, cuando sorprendió a Cuba y al mundo con una histórica proclama en la que anunció que cedía el poder a su hermano Raúl, por sufrir una aguda crisis intestinal con sangrados "sostenidos".

'Récordman' mundial como gobernante, Castro es el único líder al que conocen siete de cada diez cubanos, por lo que su enfermedad abrió enormes interrogantes sobre el futuro de la isla. Sobreviviente de cientos de complots contra su vida, el líder cubano mantuvo un frenético ritmo de actividad política que se interrumpió abruptamente el 27 de julio de 2006, cuando fue sometido a la primera operación.

De su salud nunca se habló hasta que sufrió un leve desmayo en junio de 2001 en un acto en La Habana. Tres años después, el 20 de octubre de 2004, tuvo una caída que le fracturó la rodilla izquierda y el brazo derecho.

El hombre de hierro, impetuoso e incansable, era mortal.

Fidel admitió que estuvo al borde de la muerte. Bajó casi 20 kilos en los primeros 34 días, sufrió varias cirugías y dependió por meses de "venas tomadas y catéteres", según confesó.

" Ningún peligro es mayor que los relacionados con la edad y una salud de la cual abusé en los tiempos azarosos que me correspondió vivir", dijo en mayo del año pasado.

Este maestro de la oratoria y la comunicación con las masas se ha asegurado, no obstante, mantenerse presente a través de fotos, videos y artículos periódicos en la prensa.

Genio y figura, como le dicen sus amigos, desde sus "Reflexiones del Comandante en Jefe" sigue sin dar tregua a Estados Unidos, denunciando las "ideas siniestras" del presidente George W. Bush.

Su revolución ha resistido a 13 gobiernos norteamericanos y a la caída del muro de Berlín, y desde su convalecencia vigilaba la continuidad de su obra desde un segundo plano, garantizada por su hermano Raúl.

Aunque las autoridades afirmaban que seguía participando en las principales decisiones del país, y que se le consultaba, los analistas afirmaban que Castro no sería ya nunca el de antes.

Para sus opositores, a los que acusa de "mercenarios" al servicio de Estados Unidos, la isla no soportará mucho la "inmovilidad" que -dicen- prevalece con Castro en el poder, y sostienen que las dificultades económicas y falta de libertad terminarán por colapsar la revolución.

"Jamás me jubilaré de la política", dijo una vez Castro, extremadamente reservado en su vida privada.

Fidel tiene ocho hijos y está casado con Dalia Soto del Valle. Hijo de un inmigrante gallego convertido en terrateniente y una humilde campesina cubana, nació el 13 de agosto de 1926 en Birán (sureste) y fue alumno de colegios católicos jesuitas, que marcaron su personalidad.

Joven rebelde en la Universidad, donde se graduó de abogado, tomó las armas contra la dictadura de Fulgencio Batista. Su mejor época, dice, fueron sus 25 meses en la guerrilla en la Sierra Maestra (1957-1959), donde forjó su figura de jefe militar.