A veces el arte imita a la realidad. A veces la realidad imita al arte. Y a veces la imitación tiene consecuencias trágicas. La historia de James Eagan Holmes, el autor de la masacre de Denver, por ejemplo, tiene muchos paralelismos con la de Batman, la película que se estaba proyectando en el cine al que ingresó para asesinar a doce personas.
Más precisamente, el homicida se identificaba con el Guasón, (Joker, en inglés), personaje interpretado por el fallecido Heath Ledger en la entrega anterior de la triología dirigida por Christopher Nolan, El Caballero Nocturno (The Dark Knight, estrenada en 2008).
"Lucía como una persona desorientada, tenía el pelo rojo y dijo que era el Guasón, en obvias referencias al enemigo de Batman", dijo Ray Kelly, jefe Comisionado de la policía de Nueva York, según la cadena Fox News. El look de Holmes es similar al del Guasón en el film.
De hecho, los expertos creen que el asesino intentó imitar una escena del film, cuando ingresó con chaleco antibalas, casco y máscara de gas y abrió fuego sobre el público del cine, provocando la muerte de 12 personas y dejando al menos 50 heridos. Holmes habría disparado con cuatro armas distintas y utilizado granadas de gas.
También hay similitudes entre la historia de Holmes y del personaje de Batman (Bruno Díaz) en la ficción. Por ejemplo: Lo que llevó al protagonista a convertirse en Batman fue atestiguar el asesinato de sus padres a manos del criminal de poca monta Joe Chill, quien les disparó mientras salían de una sala de cine.
También, en la tercera edición de “Batman: El Caballero de la Noche” de DC Comics, una descarnada versión del personaje de Batman creado por Frank Miller en los 80, el Guazón, mata con gas a todo el público en el estudio de un programa nocturno de televisión, según reportó la agencia AP. En el mismo libro, un hombre abre fuego en un cine que exhibe películas pornográficas tras ser despedido de su trabajo.
"El Caballero de la Noche asciende", el film que fue estrenado ayer, incluye al menos dos escenas en la que personas desprevenidas son atacadas en un lugar público: la bolsa de valores y el estadio de fútbol.
