Washington - Un grupo de empresas norteamericanas admitió haber lanzado blogs de supuestos cibernautas que, en realidad, escondían campañas publicitarias. El fenómeno, que crece al mismo tiempo que las bitácoras se multiplican por la red y los bloggers son pagados para escribir acerca de un determinado producto, constituyen una práctica ilegal sino se explicita como tal.
La semana pasada, Sony Computer Entertainment America, filial de Sony, reconoció haber tenido un falso blog bajo el nombre "Todo lo que quiero para Navidad es un Playstation" (“All I want for Christmas is a PSP”). Esta bitácora, escrita supuestamente por un tal “Charlie” –aparentemente, un aficionado al hip-hop–, estaba repleto de comentarios entusiastas sobre la consola de juegos, en un lenguaje que imitaba al de los adolescentes.
Ante la acumulación de mensajes irónicos, Sony, en un corto mensaje sobre este “flog” –como se denomina a los falsos blogs–, se disculpó de haber “intentado ser demasiado listo” y prometió que a partir de ahora se limitará a “dar hechos” sobre su consola de juegos, que acaba de salir al mercado el pasado noviembre.
Un mes antes, la empresa Wal-Mart había sido declarada culpable de mantener un “flog”. La página supuestamente estaba escrita por Laura y Jim, una pareja de norteamericanos de clase media, que relataba su viaje a través de los Estados Unidos, en el cual siempre se detenían en la prestigiosa cadena de supermercados. Al pasar, mencionaban que los empleados de la cadena comentaban cuánto les gustaba trabajar allí. Por su parte, a comienzos de octubre, la revista Business Week reveló que el viaje, en realidad, era patrocinado por la misma Wal-Mart, algo que nunca se detalló en el blog.
A la cabeza de esta nueva modalidad están empresas como PayPerPost –una pionera en la materia– y su rival, ReviewMe, que ofrecen un salario determinado a cada blogger para que escriba o brinde detalles acerca de algunos productos.
En ReviewMe, bloggers en todos los idiomas –del griego al chino– ofrecen sus servicios para publicitar marcas hasta por 500 dólares el mensaje. Es que este nuevo tipo de campaña de publicidad puede implicar varios miles de mensajes, explicó un portavoz de PayPerPost, que prefirió no ser citado.
Sin embargo, tanto los flogs como los bloggers pagos que se hacen pasar por comentaristas independientes son ilegales. Al menos así lo dictaminó la Comisión Federal de la Competencia (FTC), y pronto podrían ser objeto de procesos penales. En una carta publicada en su sitio a comienzos de diciembre, la FTC recordó que ocultar el hecho de que los comentarios eran pagos equivalía a engañar al consumidor, algo que debe “indicarse claramente”, sugiriendo la posibilidad de juicios penales.