El estado de Florida, notorio por el supuesto fraude electoral de 2000 durante las elecciones presidenciales, abrió este martes sus urnas para los comicios legislativos, con algunos problemas que retrasaron varias votaciones. Los incidentes, sin embargo, fueron calificados como “menores” por las autoridades.
El problema más serio ocurrió en la localidad de Deerfield Beach (condado de Broward, al norte de Miami), en donde 14 máquinas electrónicas de votación dejaron de funcionar al iniciar los comicios a las 7, hora local,según reportes de prensa.
Las máquinas fueron arregladas una hora y media más tarde pero algunos electores ya se habían ido del lugar por obligaciones laborales. Otros centros de votación comenzaron a operar tarde por problemas de organización.
"Un condado perdió una tarjeta de memoria (para las máquinas), un condado dijo que su enchufe eléctrico no funcionaba, (se reportaron) cosas como esas que consideramos menores", dijo a periodistas la secretaria de Estado, Sue Cobb.
En el condado de Volusia, activistas dijeron estar preocupados porque un error de programación en las máquinas podría provocar que dejaran de funcionar antes del cierre de las urnas a las 23 GMT, y por posibles problemas en el sistema de transmisión de datos al final de los comicios.
"Casi todos los condados en Florida tienen problemas con sus reportes", dijo a la agencia AFP Susan Pynchon, de la Coalición para Elecciones Justas en Florida.
Pynchon explicó que en el estado se utilizan dos tipos de máquinas distintas y las computadores centrales que recogen los resultados no están programadas para recibir informes de dos sistemas distintos.
"Todo está fluyendo, de hecho hemos tenido bastante participación", dijo el técnico, Richard Mann. "Todo el mundo ha sido muy positivo, todos han salido diciendo buenas cosas sobre el proceso", dijo fuera del centro una de las votantes, Marta Massana.
Las elecciones de hoy pueden hacer que el partido republicano, liderado por el presidente George W. Bush, pierda el control del Congreso. El cambio tendrá efectos fundamentales sobre los dos últimos años del mandato de Bush y hasta será esencial para determinar a su sucesor, en el 2008.