En el gobierno y en el amplio espectro kirchnerista hay dos lecturas. La primera de ellas proviene de quienes creen que la presidenta será candidata, habida cuenta que las encuestas hoy la favorecen ampliamente, que la situación económica se mantiene estable pese a los índices sospechosos de inflación y que la oposición está atomizada.
Son los mismos que imaginan, y así lo han manifestado en reuniones reducidas, que el compañero de fórmula puede ser un gobernador, de alguna provincia importante, como Córdoba. El nombre de Juan Schiaretti viene circulando en los despachos de la Casa Rosada, abonado por la recuperación de su administración y del peronismo en ese distrito, que no solo beneficia al actual mandatario provincial sino que también ubica en la disputa por la gobernación a José Manuel de la Sota. De la Sota se ubicaría hoy con iguales posibilidades que Luis Juez y el radical Oscar Aguad.
Sin embargo, otro grupo de hombres del oficialismo considera que Cristina Fernández se bajará de la carrera presidencial, aunque a último momento. Argumentan, por un lado, que de ganar, no tiene reelección, y la segunda mitad de su mandato podría ser compleja. También comentan por lo bajo que sus hijos, Máximo y Florencia, no quieren que su madre continúe en el poder mas allá de diciembre del 2011.
¿Hay un Plan B? Ciertamente no. Por eso, en el peronismo disidente hay quienes pretenden esperar a marzo para que se aclare el panorama. ¿Y si el candidato a la Nación es Scioli? ¿Y si De Narváez va a la gobernación? Además, voces santafesinas juran que Reutemann no se bajó de la candidatura y decidiría su postulación si en marzo los sondeos no dan como triunfadora en primera vuelta a Cristina Fernández. En cambio Eduardo Duhalde, quiere dar la pelea ya.
Lo incomprensible es lo que ocurre en el seno del radicalismo. Ricardo Alfonsin, que tanto insistió en ser jefe del bloque de la UCR en Diputados, ahora rechazó el cargo por estar en campaña y le puso fecha a su lanzamiento presidencial: el 3 de diciembre. Julio Cobos, por su parte, insiste en no adelantar ninguna decisión -su candidatura y la toma de licencia en la vicepresidencia- hasta marzo. Pero, ¿por qué aguardar cuatro meses mas cuando el frente entre radicales, socialistas y el Gen de Stolbizer ya está consolidado, y solo falta definir los nombres? ¿Por qué no presentar un programa de gobierno? Por eso no es casual que hasta el propio Ernesto Sanz juegue con convertirse en el postulante sorpresa en el centenario partido.
En cambio Mauricio Macri repite una y otra vez su aspiración presidencial, sus equipos técnicos trabajan en un plan de gobierno y solo espera el momento de la presentación y que el peronismo disidente y su principal espada, Francisco de Narváez, definan una alianza.
Elisa Carrió ya se animó a decirle "no" al frente de la UCR con los Socialistas, y a alimentar una candidatura por la Coalición Cívica y hasta Fernando "Pino" Solanas se anotó en la carrera hacia el 2011, como representante de la centroizquierda.
(*) Agencia DYN