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Erdogan negó otra vez el genocidio armenio y le respondió a Europa

El presidente aseguró que esas acusaciones son un “chantaje contra Turquía”. Además, amenazó romper el acuerdo que evita la llegada de migrantes a la Unión Europea.

Protesta. Cientos de personas rechazaron en Estambul la matanza de 1,5 millones de armenios.
| AFP

agencias

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, extremó ayer su postura negacionista sobre el genocidio de armenios durante la Primera Guerra Mundial al afirmar que las acusaciones contra su país forman parte de un “chantaje interesado contra Turquía en todo el mundo”. El mandatario formuló esas polémicas declaraciones luego de que el Parlamento alemán reconociera como un genocidio la masacre de armenios durante el fin del Imperio Otomano, a principios del siglo XX.
En un discurso televisado, Erdogan manifestó: “Me dirijo al mundo entero. Nuestra actitud siempre ha sido clara desde el principio: nunca aceptaremos las acusaciones de genocidio”. Además, insistió en la línea oficial turca sobre la controversia histórica al asegurar que, durante la Primera Guerra, los territorios todavía en manos del Imperio Otomano estuvieron sometidos a “un asedio de todas partes” y por ello “se adoptó una serie de medidas para restaurar el orden en la península de Anatolia”.
Los armenios sostienen que 1,5 millones de personas fueron asesinadas de manera sistemática durante la caída del Imperio Otomano en 1915. Turquía, por su parte, aduce que se trató de una guerra civil acompañada de hambruna, en la que murieron entre 300 mil y 500 mil armenios y otros tantos turcos cuando las fuerzas otomanas y Rusia se disputaban el control de Anatolia.

Conflicto. En cualquier caso, la declaración del Parlamento alemán aumenta la tensión en las relaciones entre Turquía y la Unión Europea (UE), bloque al que Ankara solicitó el ingreso en 1987. “O buscamos soluciones a nuestros problemas de una manera justa, o Turquía dejará de ser una barrera para los problemas de Europa; los dejaremos con sus propias preocupaciones”, amenazó ayer Erdogan, en alusión al acuerdo firmado con la UE para que su país sirva como barrera de contención ante la masiva llegada de inmigrantes que escapan de la guerra en Siria e Irak.
“En este momento, ¿recibe Europa a los refugiados que están a sus puertas? Turquía acoge a tres millones de refugiados. Esa es la diferencia entre nosotros”, disparó Erdogan. “Lo subrayo una vez más. No hay nada en nuestro pasado de lo que avergonzarse. Pero todos esos países que nos culpan del genocidio armenio tienen la sangre de millones de personas en sus manos”, agregó.
Alemania fue la principal impulsora de ese polémico trato por el que Ankara reclama significativas contrapartidas. El gobierno turco amenaza con no aplicar el acuerdo si no consigue la exención de visado para los ciudadanos de su país que deseen viajar al espacio europeo de libre circulación llamado Schengen.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, había expresado el pasado jueves su esperanza de que Turquía no reaccionara de manera desmedida ante el reconocimiento del genocidio armenio por parte de los legisladores de su país. “Esta es una decisión que toma con total independencia el Bundestag, y espero que logremos evitar reacciones excesivas”, había afirmado.
Sin embargo, no sólo Erdogan se mostró indignado por la decisión del Parlamento alemán. En Estambul, centenares de manifestantes, muchos de ellos vestidos con prendas tradicionales otomanas, se congregaron frente al consulado de Alemania con pancartas en las que se podía leer: “Genocidio armenio, la mayor mentira del siglo”.

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