El silencio que imperaba en la procesión fúnebre de la reina Isabel II de Gran Bretaña en Edimburgo (Escocia) fue alterado por los gritos de un joven contra el príncipe Andrés, que caminaba detrás del féretro de su madre con sus hermanos.
Las cámaras de la TV británica mostraron a un joven mezclado entre la multitud en la céntrica avenida Royal Mile gritando "Andrés, eres un viejo enfermo" cuando el príncipe, de 62 años, pasó caminando sin su uniforme militar.
Con meticulosidad inglesa, Isabel II planificó su funeral y entierro durante décadas
Se produjo un forcejeo entre la multitud, antes de que un oficial de la policía se llevara al joven que continuó gritando "repugnante" al príncipe Andrés. "No hice nada malo", dijo para defenderse mientras que los dolientes intentaron acallar sus gritos cantaba "Dios salve al rey".
En 2019, Andrés, considerado el hijo favorito de Isabel II, avergonzó a la familia por su amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de explotar sexualmente a menores.
El día que el cantante de The Cure predijo la fecha de muerte de la Reina Isabel II
Una de ellas, Virgina Giuffre, afirmó haber sido forzada a mantener relaciones sexuales con Andrés cuando tenía 17 años y lo demandó ante una corte civil en Estados Unidos. Andrés negó las acusaciones pero se vio obligado a retirarse de la vida pública.
Después, ante la amenaza de un juicio civil en Estados Unidos por agresión sexual a menor, en 2022 el príncipe Andrés fue privado por la reina de sus honores militares, razón por la cual este lunes fue el único de los cuatro hijos de la reina que vistió de civil en el funeral.
Fotos: el largo funeral de la reina Isabel II comenzó en su amada Escocia
El ataque verbal contra Andrés fue el único altercado ocurrido mientras la familia real llevaba los restos de la reina desde el palacio de Holyrood hasta la catedral de St. Giles, donde serán expuestos en un féretro cerrado al público durante 24 horas.
Además de Andrés, participaron del cortejo su hermano mayor, el rey Carlos III, la princesa real Ana y el príncipe Andrés. Tras una ceremonia religiosa en la catedral de Saint Giles, en cuyo tejado se habían apostado francotiradores de la policía, se abrirá allí la primera capilla ardiente.
ds/fl