El Papa Benedicto XVI anunció ayer la proclamación de cuatro nuevos santos, entre los que se encuentra el mexicano Rafael Guízar Valencia, víctima de la persecución anticlerical del siglo XX, del quien recordó que era llamado "Obispo de los pobres".
Además. beatificó a Felipe Smaldone (1848-1923), fundador de la Congregación de las Hermanas Salesianas de los Sagrados Corazones, Rosa Venerini (1656-1728), fundadora de las Maestras Pías Venerinas y la la monja Teodora Guerin (1798-1856), fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Providencia de Santa María "ad Nemus"
Durante la misa de la canonización presidida por el Pontífice y concelebrada por 38 oficiantes, el Papa sostuvo: "Santo es aquel hombre y aquella mujer que, respondiendo con alegría y generosidad a la llamada de Cristo, lo deja todo para seguirlo".
De Rafael Guízar Valencia, que fue obispo de Veracruz, el Papa explicó en español que fue "un ejemplo de quienes lo han dejado todo para 'seguir a Jesús'".
"Este santo fue fiel a la palabra divina, viva y eficaz, que penetra en lo más hondo del espíritu. Imitando a Cristo pobre se desprendió de sus bienes y nunca aceptó regalos de los poderosos, o bien los daba enseguida".
Por sus acciones "recibió cien veces más", dijo Benedicto XVI, quien aseguró que "pudo ayudar así a los pobres, incluso en medio de persecuciones sin tregua". Además, destacó que "su caridad, vivida en grado heroico, hizo que le llamaran el Obispo de los pobres".
Según el Papa, el nuevo santo "fue un incansable predicador de misiones populares, el modo más adecuado entonces para evangelizar a las gentes".
La canonización se hizo en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles se congregaron, entre ellos unos siete mil mexicanos, según Rafael González, uno de los defensores de la causa para la canonización de Guízar.
Otros santos. Pero también había miles de italianos, ya que Joseph Ratzinger proclamó santos a Felipe Smaldone (1848-1923), fundador de la Congregación de las Hermanas Salesianas de los Sagrados Corazones, y Rosa Venerini (1656-1728), fundadora de las Maestras Pías Venerinas.
Y junto a ellos, feligreses franceses y estadounidenses, que asistieron a la beatificación de la monja Teodora Guerin (1798-1856), fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Providencia de Santa María "ad Nemus".