Los operarios que trabajaban en el reactor 3 de la planta nuclear de Fukushima Daiichi fueron evacuados hoy de la zona debido a un humo negro que comenzó a ascender de esa unidad, una de las más afectadas por las recientes explosiones.
Sobre las 16.30 hora local (07.30 GMT), un espeso humo negro comenzó a ascender del dañado reactor 3 de la planta, sin que se conozca la causa de la emanación, indicó Tokyo Electric Power (TEPCO), empresa que opera la central.
Esta es la segunda vez en dos días que asciende humo de color oscuro del dañado reactor 3, lo que indica, según los expertos consultados por la cadena NHK, que no se trata de vapor de agua.
La unidad 3 es una de las más peligrosas porque funciona con una mezcla de uranio y plutonio muy contaminante.
Anoche, los operarios de la central consiguieron devolver la electricidad al panel de control de la unidad, lo que permitiría iniciar ciertas funciones internas y medir la temperatura y presión de la instalación.
Radioactividad en el agua. El gobierno metropolitano de Tokio aconsejó que los niños no beban agua del grifo por haber hallado niveles de yodo radiactivo superiores al límite aconsejable para el consumo en el caso de menores.
Según informó la cadena de televisión NHK, la radiación ha sido hallada en una depuradora de agua del norte de Tokio, por lo que el Gobierno metropolitano ha pedido a los padres que no suministren agua del grifo a sus hijos.
Según el Ministerio japonés de Educación y Ciencia, el límite de yodo en el agua corriente, en el caso de los adultos, es de 300 becquerel por kilo.
El pasado sábado, el Gobierno japonés reconoció que se habían detectado indicios de yodo radiactivo en el agua de Tokio y sus alrededores, aunque en niveles muy por debajo del límite legal.
Hoy, el Ejecutivo de Japón recomendó no consumir verduras como espinacas, brécol o col producidas en la provincia de Fukushima (noreste de Japón), donde está localizada la planta nuclear en la que se lucha por contener la radiación desde el seísmo del día 11.
Además, pidió no consumir leche y perejil de la vecina provincia de Ibaraki, en las que también se han hallado materiales radiactivos superiores a lo normal.
Según dijo hoy en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo japonés, Yukio Edano, se trata de una medida de precaución.