Con una participación menor al 70 por ciento, España volvió a votar luego de la fallida elección anterior, en diciembre de 2015, en la que nadie logró una amplia mayoría y no se pudo formar gobierno. El actual partido gobernante, Partido Popular (PP), volvió a ser el más votado.
Con casi la totalidad de las mesas escrutadas, el PP volvió a ser el partido que más diputados ha conseguido, alcanzado 137 de un total de 350. En segundo puesto se encuentra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el otro partido tradicional, con 85.
En tanto, la fuerza surgida del movimiento de los autodenominados indignados, Podemos, no logró alcanzar un resultado que les permitiera ser el segundo bloque de mayor peso en el Congreso español, a pesar de su alianza con Izquierda Unida. En total lograron 71 escaños, sólo dos más que en las elecciones anteriores.
Ciudadanos, otro de los partidos que pretende terminar con la hegemonía del PP y el PSOE, fue el más perjudicado en estos comicios. De 40 escaños que obtuvo en las elecciones anteriores, esta vez logró 32.
Por otra parte, el partido gobernante mantiene una mayoría absoluta en el Senado, con 128 bancas sobre un total de 208. En tanto, el PSOE contará con 2 senadores menos que en la antigua conformación, con un total de 45.
Lo que viene. Es España el presidente de designado por el congreso y, para llegar a serlo, hace falta contar con la mayoría de los votos afirmativos. Con la conformación actual del parlamento, Mariano Rajoy, actual mandatario, es el que tiene más chances. De todas formas, necesitará el aval de otros partidos para mantenerse en su cargo.
Estas elecciones se llevaron a cabo debido a que la conformación anterior del Congreso no se puso de acuerdo en la elección de un presidente.
