Corbacho había anunciado que a partir del año próximo se aproximaría "al punto cero" el número de contratos que las empresas españolas otorgan a los inmigrantes en sus respectivos países para que vayan a trabajar en España. Y justificó esa media con la crisis económica que atraviesa el país, en el que ya hay 2,5 millones de desocupados y donde el desempleo ha crecido un 24 por ciento en un año.
Las palabras del titular de Trabajo despertaron las críticas tanto de la oposición como de los sindicatos y los empresarios, y Corbacho tuvo ya el jueves que matizar sus palabras, indicando que la medida afectaría únicamente a los puestos de trabajo de difícil cobertura y no a los contratos de temporada, entre los que se destacan las actividades agrícolas que no cubren los trabajadores españoles.
“Siempre hemos acogido a los inmigrantes que llegan aquí legalmente", aseguró De la Vega. Y se esforzó además en dejar claro que sus palabras representan una postura común del gobierno: "Mantenemos exactamente la misma política de inmigración".
El propio titular de Trabajo admitió posteriormente su error al explicarse. "Uno no es perfecto al explicar las cosas. Nunca he dicho que haya suprimir las contrataciones en origen porque soy un defensor de ellas", dijo en una entrevista con la Cadena Ser.
En 2007, la contratación en origen supuso la incorporación de 234.457 inmigrantes al mercado laboral español. En lo que va de año, la contratación en origen ha caído: de enero a julio, 106.922 inmigrantes fueron contratados de esta forma, un 53 por ciento menos que el año anterior.
Fuente: DPA