En un comunicado de la Casa Blanca firmado por el Presidente Obama, el gobierno norteamericano suspendió varios beneficios comerciales a la Argentina, conocidos como "exenciones en el Sistema General de Preferencias".
La aplicación tomará efecto en 60 días y afectará a unos cientos de productos argentinos que tenían una importante reducción de tasa aduanera los cuales podrán seguir importándose pero pagando tributos.
La sanción fue dispuesta de acuerdo a una norma de 1974 de la legislación norteamericana que dice que se debe suspender tales beneficios si un país “no actúa de buena fe” en reconocer fallos arbitrales a favor de los EE.UU. o alguna de sus corporaciones.
En este caso la administración Obama se ha basado en fallos del CIADI, el tribunal del Banco Mundial, en el cual dos empresas de capitales norteamericanos, Azurix y Blue Ridge (subsidiaria del Bank of America), habían obtenido sentencias para cobrar algo más de 300 millones de dólares más intereses.
El gobierno argentino, si bien reconoció las sentencias, demoró los pagos basándose en el acuerdo del CIADI y sus artículos 54 y 55 de la carta orgánica. Argentina pretende que las empresas que han ganado los litiguen además en su territorio en la vía administrativa correspondiente porque “los fallos deben ser ratificados” por la justicia argentina para hacerse efectivos.
El caso toma fuerza política porque es la primera vez que Estados Unidos castiga a una nación por no pagar un fallo arbitral. Por su parte la Argentina ha dicho que le “resulta incompresible” la posición tomada por el gobierno de Obama y que esta decisión es parte “del efecto del Lobby de los fondos buitres” que vienen operando en contra del país.
Lo cierto es que el gobierno norteamericano hace tiempo que viene enviando señales a la Argentina sobre la necesidad de pagar esta deuda. Y estaba claro que ante las posturas que otros países están tomando regionalmente (Venezuela por ejemplo ha dicho que se retiraba del CIADI al perder un millonario caso petrolero con la Exxon), el gobierno norteamericano iba a actuar con dureza.
En sí la medida no representa una importante suma de dinero, pero puede afectar a algunas economías regionales. Se estima que el efecto será una caída de beneficios de alrededor de 24 millones de dólares, en las exportaciones de unos 470 millones de dólares de productos exportables argentinos que estaban regulados bajo ese plan.
La Argentina tiene con EE.UU. un saldo negativo en su balanza comercial de alrededor de 4.500 millones de dólares anuales y este fin de semana hubo en Washington, con la presencia de la Secretaria Beatriz Paglieri y el embajador Jorge Argüello, un seminario con los centros de promoción comerciales para lograr ampliar la oferta argentina.
(*) Especial para Perfil.com